MADRID, 5 oct (Xinhua) — El Banco de España revisó a la baja la previsión de crecimiento de la economía española para el año 2023 hasta el 1,4 por ciento, 1,5 puntos porcentuales por debajo de su previsión de junio, debido a la evolución de los precios de la energía, difundió hoy miércoles la institución.
La entidad bancaria detalló que las tasas de inflación se prevén "significativamente más elevadas y persistentes que las previstas en junio", ya que alcanzarán el 8,7 por ciento de media en 2022, el 5,6 por ciento en 2023 y el 1,9 por ciento en 2024.
Por su parte, la inflación subyacente alcanzará el 3,9 por ciento este año, para moderarse al 3,5 por ciento en 2023 y al 2,1 por ciento en 2024.
Detrás de estas cifras se sitúan "las sorpresas que se han observado recientemente en el avance de los precios" y "las nuevas sendas previstas a futuro para los precios de la energía", así como un euro más depreciado que en el ejercicio de junio.
El menor crecimiento del producto interno bruto (PIB) previsto para 2023 se basa en cuestiones como la inflación aún elevada, las condiciones de financiación menos favorables, el aumento de la incertidumbre y el debilitamiento de la demanda global, según las nuevas proyecciones macroeconómicas publicadas este miércoles por el Banco de España.
De acuerdo con la explicación de la entidad, esta situación hará que la recuperación del nivel del PIB previo a la pandemia se retrase probablemente hasta el primer trimestre de 2024, unos dos trimestres más tarde de lo proyectado en el último informe de junio pasado.
Respecto a este año, el informe contempla un avance del PIB del 4,5 por ciento, cuatro décimas más que en las previsiones de junio.
Frente a una perspectiva a largo plazo, el Banco de España espera que el PIB crezca un 2,9 por ciento en 2024, sobre todo por el mayor dinamismo económico a partir de la primavera de 2023, que se intensificará de manera progresiva.