Los vacacionistas que acudieron este Jueves Santo a la playa de Boca Chica se encontraron con la sorpresa de que debían pagar 300 pesos para permitirles acceder con sus vehículos a áreas cercanas al balneario. El cobro lo está realizando un personal de la alcaldía de esa localidad que está apostado en el perímetro de próximo a los restaurantes.
Los vacacionistas se quejaron por entender que se trata de una playa pública y que cobrar para dar acceso a la misma no es lícito.
“Nunca se había visto eso en la vida. Soy chofer y he venido más de 300 veces a traer gente y nunca había visto eso, 300 pesos me cobraron. La playa está cerrada entera por todos lados hay que pagar 300 para entrar”, se mostró sorprendido Starlin Cruz, bañista.
El alcalde de Boca Chica, Fermín Brito Rincón, quien justificó el cobro indicando que se está aplicando a quienes se dirigen a los parqueos de los restaurantes, a los fines de controlar el tránsito vehicular en la zona.
"Es una norma que adoptamos en Semana Santa para controlar el flujo de vehículos y esos recursos son utilizados para costear todo el operativo que significa un gran costo para la alcaldía", manifestó.
Resaltó que al conductor pagar los 300 pesos, al vehículo se le coloca un pase de identificación, que contiene un código QR, el cual es válido por los días restantes del asueto. Puntualizó que esa suma de dinero no es significativa para la alcaldía.
Al ser cuestionado sobre lo recaudado el pasado año con la medida dijo que “como 100 mil y pico de pesos” durante los últimos tres días de la Semana Santa.
Parqueos de la alcaldía
Asimismo, el edil dio como opción a los conductores estacionar sus vehículos en los diferentes parqueos que dispone la alcaldía, a un costo de 100 pesos y que están ubicados en las calles Juan Bosch, Juanico García, Mella, Caracol y en la Plaza del Vendedor.
"El propósito no es el cobro de arbitrio, el propósito es que el peatón pueda tener la facilidad de trasladarse, evitar taponamientos y que se puedan dar accidentes", indicó Brito Rincón.
Los pases que son colocados a los vehículos tienen fecha del 2021, lo cual fue atribuido por el alcalde a “algún un error de impresión, o quizás algunos que quedaron del año pasado”.