"Indirectamente, tanto la OTAN como EEUU participan sin duda en este conflicto. Aunque la OTAN en su conjunto, es decir, Bruselas como Washington, (…) se cuidan de subrayar que en ningún modo van a convertirse en parte en el conflicto. Pero de facto ya se han convertido en una parte indirecta de este conflicto, inyectando en Ucrania armas, tecnología, información de inteligencia y así sucesivamente. Su implicación en este conflicto es evidente", afirmó Peskov.
Peskov subrayó que el Kremlin tacha de cínica la reacción de Kiev y Occidente a la tregua de Rusia en Ucrania por la Navidad Ortodoxa.
"Recibimos una reacción totalmente incomprensible, inexplicable y bastante cínica sobre todo por parte de Kiev, así como por parte de muchos líderes occidentales", destacó el vocero.
Respecto a la posible repetición de la iniciativa, Peskov subrayó que todo depende del presidente ruso, Vladímir Putin, y sus decisiones.
Asimismo recordó que la reciente tregua tuvo objetivos exclusivamente humanitarios.
Por una orden de Putin, el Ministerio de Defensa ruso dio instrucciones a las tropas para cesar el fuego por 36 horas. Además, Rusia llamó a la parte ucraniana a unirse a esta tregua, para que los creyentes puedan visitar iglesias en la Nochebuena y el día de la Natividad de Cristo que los cristianos ortodoxos celebran el 6 y el 7 de enero.
Sin embargo, el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, rechazó sumarse a la tregua alegando que Rusia busca aprovechar la Navidad para frenar el avance de las tropas ucranianas en el Donbás.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que es "reticente" con respecto a la propuesta de Putin de tener un alto el fuego en Ucrania y consideró que es un intento de Moscú de ganar algo de tiempo en el campo de batalla.
El portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Peter Stano, a su vez comentó que la Unión Europea desconfía del alto al fuego anunciado por Rusia.
Activos extranjeros de Rusia
Asimismo afirmó que Rusia responderá a los intentos de incautar sus activos extranjeros. Peskov comentó los supuestos planes de Estonia en este sentido.
"El Gobierno de Estonia quiere lucirse y sentar un precedente. Haga lo que haga en este contexto, serán acciones ilegales y nulas desde la óptica del derecho internacional. Y que, sin duda, conllevarán consecuencias para los países que se solidaricen con esta idea de alguna forma", advirtió.
La víspera, la agencia Bloomberg publicó que Estonia planea elaborar para finales de este mes un plan de incautación de activos rusos en el extranjero para presentarlo a otros miembros de la Unión Europea.
Se trata de decidir el futuro de unos 300 millones de euros en reservas inmovilizadas del Banco Central de Rusia —la mitad de las reservas internacionales del país— y miles de millones más, en bienes embargados de nacionales rusos que están sujetos a las sanciones comunitarias.
En el territorio de Estonia, según Bloomberg, se han embargado activos rusos por un importe de aproximadamente 20 millones de euros.
Peskov subrayó que el Gobierno ruso está vigilando atentamente la situación en torno a la disminución de los precios del petróleo ruso.
"Nuestro Gobierno, sobre todo, el vice primer ministro (Alexandr) Novak y el Ministerio de Energía, están vigilando atentamente esta situación", declaró el vocero.
Recordó que anteriormente el presidente ruso, Vladímir Putin, había decretado imponer medidas de respuesta a la imposición de un tope al precio del petróleo ruso por países no amistosos.
El pasado 27 de diciembre, Putin promulgó un decreto que prohíbe la venta del petróleo ruso a las personas físicas y jurídicas extranjeras cuyos contratos estipulen de forma directa o implícita el mecanismo de tope a los precios.
Con respecto al crudo, la prohibición se hará efectiva a partir del próximo 1 de febrero, y para los derivados del petróleo, la fecha será determinada por el Gobierno. El veto se aplica en todas las etapas de los suministros.
El Grupo de los Siete (G7), conformado por Alemania, Canadá, EEUU, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón, así como la Unión Europea y Australia, se negaron a adquirir el petróleo ruso a un precio mayor de 60 dólares por barril desde el pasado 5 de diciembre.
Las empresas de estos países tienen prohibido proporcionar servicios como seguros, intermediación y asistencia financiera para el transporte del petróleo ruso a cualquier parte del mundo, a menos que el crudo se venda por debajo del umbral acordado.
Rusia lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
Según Moscú, EEUU y otros países de la OTAN se implicaron en el conflicto con el envío de grandes cantidades de armas a las tropas ucranianas, que desde mediados de febrero intensificaron sus ataques contra los civiles de las repúblicas de Donbás.
Rusia envió anteriormente a los países de la Alianza Atlántica una nota relativa a los suministros de armas para Ucrania, en que el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier cargamento que incluya armas destinadas para Kiev se convertirá en blanco legítimo para las tropas de Rusia.
La Cancillería rusa declaró que los países de la OTAN "están jugando con fuego". El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Occidente, al nutrir de armas a Ucrania, no contribuye al sostenimiento de las negociaciones ruso-ucranianas y que esa actividad tendrá un efecto negativo.