En opinión de Dmitri Medvédev, el mundo experimenta "cambios radicales en todo" desde la alineación de los centros de poder mundial hasta el modo de vida cotidiano de muchas personas. Así, el político ruso empezó a resumir los resultados del año saliente 2022 en un artículo para el periódico oficial Rossiskaya Gazeta.
1. "El nazismo está cerca, pero no pasará".
Medvédev recordó que desde febrero está en marcha una operación especial rusa en Ucrania y entre los objetivos de esta se encuentran: la "desnazificación del repugnante y casi fascista régimen de Kiev. La desmilitarización completa del Estado ucraniano y garantías [para Rusia] contra la agresión en el futuro".
En sus palabras, la decisión de llevar a cabo la operación especial fue tomada bajo la presión de las circunstancias, ya que se trataba de la "supervivencia" de Rusia.
"Esto ya quedó patente a finales de 2021, cuando la Alianza del Atlántico Norte se negó a dar garantías de la no adhesión de Ucrania a la OTAN. Y los narcómanos ucranianos anunciaron su deseo de reactivar el arsenal nuclear", opinó Medvédev.
Agregó que Occidente ha "olvidado por completo" las lecciones de la Segunda Guerra Mundial. Así, el neonazismo encontró apoyo incluso en países que siempre declararon su rechazo a la ideología de Hitler, cuya memoria histórica está llena de dolor, vergüenza e ira. Además, señaló que Rusia "no podía contemplar tranquilamente cómo el odioso régimen ultranacionalista pretendía derribar no solo a Rusia, sino a todo el mundo ruso".
"Haremos todos los esfuerzos necesarios para garantizar que se alcancen todos los objetivos de la operación militar especial. Y el repugnante régimen de los ultranacionalistas de Kiev dejará de existir. Nadie más que nosotros puede hacer frente hoy a esta misión", afirmó.
2. "Las relaciones normales con Occidente pueden quedar en el olvido"
El expresidente de Rusia cree que los acontecimientos de 2022 anularon la posibilidad de un diálogo confiado y respetuoso con los representantes de Occidente.
"Lo único que nos queda es la perplejidad remilgada. ¿En serio estas personas se consideran líderes mundiales, pretenden ser algo global, sueñan con dictar su voluntad a los demás?", cuestionó.
El político recordó las palabras de la excanciller alemana Angela Merkel sobre los Acuerdos de Minsk firmados en 2014 para fundamentar su postura. Anteriormente, ella había declarado que los documentos fueron firmados para "dar tiempo a Ucrania a fortalecerse" y no para intentar alcanzar la paz, como se había anunciado.
"Es decir, fueron concebidos originalmente para preparar una guerra sangrienta", señaló Dmitri Medvédev.
El político ruso resumió que durante años, tal vez décadas, las relaciones normales con Occidente pueden quedar en el olvid, y ésta decisión no es la elección de Moscú.
3. "La epidemia de rusofobia requiere un tratamiento enérgico"
El expresidente de Rusia comparó la rusofobia con una "mala enfermedad contagiosa". En su opinión, este fenómeno se intensificó porque "era necesario resucitar al enemigo principal para no ser responsables de nuestros propios errores evidentes" en política, economía y las relaciones con otros países.
"Al servicio de sus amos y en su propia mente débil, el régimen de Kiev busca desesperadamente prohibir no solo cualquier contacto de sus ciudadanos y empresas con Rusia. Pero también cualquier espíritu ruso, la cultura rusa e incluso la que se convirtió con razón en un clásico mundial", explicó Medvédev a tiempo de recordar el cambio de nombre de calles y la demolición de monumentos a figuras culturales rusas.
4. "Occidente se metió en una jaula"
"Se produce un colapso ideológico y filosófico global de la cosmovisión occidental, de su modelo de orden mundial. En la realidad actual esto es especialmente tangible", enfatizó.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad aseguró que los países occidentales se están "encerrando con muros", convirtiéndose en una "fortaleza sitiada".
"Occidente se enjaula a sí mismo, mientras el resto del mundo vive pacíficamente en libertad. Que le vaya bien. Que viva en una reserva", indicó.
Medvédev cree que solo se puede compadecer a los europeos de a pie, que tienen que pagar facturas extremadamente altas por los servicios públicos o combustible, acoger a los refugiados de Ucrania y darles puestos de trabajo.
5. "Todavía no hay apocalipsis"
En sus palabras, "no estamos luchando contra el pueblo ucraniano, sino contra la escoria neonazi de Kiev que tomó el poder como resultado de un golpe de Estado".
"Nuestros enemigos, al mismo tiempo, no escatiman fondos. En su conciencia [aunque esta palabra apenas se aplica a ellos] hay miles de hogares destruidos, vidas arruinadas, refugiados y personas indigentes", afirmó al agregar que "las negociaciones con los actuales dirigentes títeres de Ucrania se volvieron absolutamente inútiles el año pasado".
Dmitri Medvédev no duda que "lo único que detiene hoy a nuestros enemigos es la comprensión de que el país euroasiático se guiará por los Fundamentos de la política estatal rusa de disuasión nuclear" y los utilizará en caso de una "amenaza real".
"El problema es que, en tal caso, nadie podrá averiguar después si fue un ataque de represalia o preventivo", comentó.
El expresidente ruso también indicó que los nuevos acuerdos de desarme son poco realistas e innecesarios en este momento.
"Cuanto antes consigamos garantías de máxima seguridad que se adapten a nuestro país, antes se normalizará la situación. Si no los conseguimos, las tensiones persistirán indefinidamente", explicó.
6. "Rusia no está sobreviviendo, sino viviendo"
Medvédev destacó que los Estados occidentales no consiguieron "desconectarnos y aislarnos" de la infraestructura mundial con prohibiciones y restricciones. Rusia consiguió mantener el equilibrio del mercado de divisas y minimizar los riesgos que corría.
Añadió que durante este tiempo el país había experimentado enormes cambios en su economía y, lo que es más importante, en la mentalidad de un gran número de ciudadanos. En su opinión, todo depende de "la unidad, el patriotismo y la confianza en la victoria, la madurez de pensamiento y la firmeza de espíritu" de los rusos. El político destacó que el proceso de maduración de la sociedad está en marcha.
"Por supuesto, no todo el mundo tenía tiempo aún de darse cuenta de lo mucho que han cambiado nuestras vidas, de cuáles serán los principales objetivos durante muchos años. Hay obuses que estallan en la zona de combate y algunos piensan que no es asunto suyo", subrayó.
Medvédev cree que este año forzó a la sociedad a movilizarse en el pleno sentido de la palabra. Destacó a los voluntarios, soldados y oficiales, pero también resaltó la movilización parcial de un orden diferente, superior, cuando "el país fue capaz de unirse en pocos meses y alcanzar un nuevo nivel de conciencia cívica".
"El año 2022 cambió mucho en nosotros. Nos obligó a definir nuestros pensamientos y sentimientos. Nos enseñó a distinguir lo secundario de lo realmente importante. Y a apreciar las cosas que son más importantes para todos nosotros. Coraje. Misericordia. Asistencia mutua. Memoria histórica y familiar. Lealtad al deber y a la tradición. Justicia. La verdad. Conciencia", resumió.
Para concluir, el expresidente aseguró que Rusia siempre defiende sus derechos y libertades, su lengua y su cultura, su fe y sus esperanzas. Los enemigos, los que desesperada e irremediablemente "siguen librando una guerra híbrida contra nosotros, tratando de presionarnos e intimidarnos, lo entienden muy bien".