A pesar de reportes recientes que indican una disminución de los bombardeos en Gaza City y gestos diplomáticos que podrían llevar a un alto el fuego parcial, no existe evidencia sólida de que el genocidio en Gaza haya terminado.
Informes recientes muestran que, aunque la intensidad de los ataques ha bajado, la violencia persiste. Las negociaciones impulsadas por Estados Unidos han logrado aceptación parcial de Hamas, mientras Israel planea iniciar la implementación del acuerdo en etapas. Sin embargo, aceptar partes de un plan no garantiza un cese definitivo del conflicto.
La dimensión humanitaria sigue siendo crítica. Miles de personas continúan falleciendo y desplazándose, mientras la infraestructura de Gaza permanece severamente dañada. Organizaciones internacionales y médicas continúan documentando la crisis, subrayando que el sufrimiento no ha cesado pese a la reducción de ataques.
El término “genocidio” no desaparece con un alto el fuego temporal. Entidades como Amnesty International y otros organismos de derechos humanos sostienen que las acciones israelíes podrían constituir crímenes de guerra y genocidio. Hasta que no existan investigaciones independientes y mecanismos de verificación claros, afirmar que el genocidio ha terminado es incorrecto y prematuro.
En conclusión, aunque la desescalada y los posibles acuerdos son pasos positivos, la campaña de violencia, desplazamientos y destrucción en Gaza continúa, y el riesgo de genocidio sigue siendo una preocupación internacional. La atención humanitaria, diplomática y ética debe mantenerse para evitar que la tragedia se prolongue.