El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) afirmó este martes que el régimen de Kiev prepara una nueva operación de provocación, cuyo objetivo sería arrastrar a países de la OTAN a un conflicto directo con Moscú.
Según la versión de Moscú, la supuesta trama consistiría en desplegar un grupo de sabotaje y reconocimiento en territorio polaco, presentado como compuesto por militares de fuerzas especiales de Rusia y Bielorrusia. Posteriormente, tras la “identificación y neutralización” del grupo por parte de las autoridades polacas, se señalaría a Moscú y Minsk como responsables de una amenaza a la seguridad europea.
El SVR aseguró que los participantes en la provocación serían combatientes de la Legión Libertad de Rusia y del Regimiento Kastus Kalinouski de Bielorrusia, ambos integrados en las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Contexto de incidentes previos
La inteligencia rusa vinculó esta supuesta operación con anteriores provocaciones que habrían incluido drones en los espacios aéreos de Polonia y Rumanía. “El objetivo es convencer a la comunidad internacional de que Moscú acelera la escalada de violencia”, afirmó el organismo.
El SVR sostuvo que el plan se diseñó en conjunto entre la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania y los servicios especiales de Polonia, con la intención de aumentar la percepción de amenaza hacia Europa.
Finalmente, la institución rusa concluyó que el presidente ucraniano Vladímir Zelenski, “ante la inevitable derrota”, estaría dispuesto a “correr sin freno, incluso a costa de azuzar una gran guerra en Europa”.