Este martes, en el marco del debate general del 80.º período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó duras advertencias contra Venezuela. El mandatario aseguró que su país no tiene “otra opción” que atacar a las organizaciones que su Gobierno ha catalogado como “terroristas”, incluso mediante bombardeos en el Caribe.
“Les advertimos que los eliminaremos por completo. Eso es lo que estamos haciendo. No tenemos otra opción”, afirmó Trump ante el plenario de la ONU, justificando el amplio despliegue militar estadounidense en la región, cuestionado por Brasil y Colombia.
El presidente estadounidense vinculó directamente al Gobierno de Nicolás Maduro con redes de narcotráfico y bandas criminales como el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha, aunque no presentó pruebas. Prometió destruir embarcaciones asociadas al tráfico de drogas y endurecer la presión militar en aguas caribeñas.
Desde Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva rechazó tajantemente el uso de la fuerza letal y advirtió que no se debe confundir delincuencia común con terrorismo. “La manera más eficaz de luchar contra el narcotráfico es cooperar contra el lavado de dinero y restringir el comercio de armas”, señaló Lula.
Caracas, por su parte, denunció la escalada militar de Washington y acusó a EE.UU. de promover una “guerra multiforme” con fines de cambio de régimen. El Gobierno venezolano destacó que más del 80 % de la droga hacia EE.UU. transita por rutas del Pacífico y no por el Caribe, cuestionando el verdadero objetivo de las operaciones.
En respuesta, Maduro llamó al alistamiento masivo de milicianos y activó el Plan Independencia 200, mientras la Fuerza Armada Nacional Bolivariana realiza ejercicios de “apresto militar” en la isla de La Orchila, preparándose para un eventual conflicto.