En un discurso contundente transmitido este domingo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, lanzó una nueva advertencia a los países occidentales por su política de apoyo militar y económico a Ucrania, asegurando que esta postura terminará perjudicando gravemente a las propias naciones que la promueven.
“Cuanto más [los Gobiernos occidentales] continúen con la política que han tomado hacia Rusia hasta ahora, peor les irá”, afirmó.
Putin también señaló que, mientras Occidente canaliza miles de millones hacia el conflicto, Rusia cuenta con un respaldo social "verdaderamente nacional" para su operación militar, con participación activa en todas las regiones del país a través de grupos voluntarios.
El Frente Interno: drones y apoyo civil
Durante su intervención, el mandatario ruso destacó el papel de la iniciativa ciudadana ‘Frente Popular Panruso’, que según él ha proporcionado más de 110,000 drones al ejército, incluyendo sistemas avanzados resistentes a interferencias.
“Estos equipos han destruido activos enemigos valorados en más de 2.000 millones de dólares”, señaló Putin, resaltando la capacidad tecnológica rusa y el nivel de compromiso civil con la causa.
Críticas al gasto público occidental
Putin dirigió su mensaje a los ciudadanos de Europa y Estados Unidos, pidiéndoles reflexionar sobre los usos que sus gobiernos dan al dinero recaudado por impuestos.
“¿No sería mejor invertir en sistemas de salud, mejorar los salarios, o generar empleo para los migrantes que llegan?”, cuestionó, comparando esos recursos con los destinados a financiar la guerra en Ucrania.
Sus declaraciones surgen en medio de nuevos debates en la Unión Europea sobre la compra colectiva de armamento estadounidense para entregarlo a Kiev. También coincide con el intento de aprobar el 18.º paquete de sanciones contra Rusia, frenado por Eslovaquia, cuyo primer ministro Robert Fico calificó los planes de Bruselas como “suicidio económico”.
Un contexto tenso de presiones cruzadas
El discurso de Putin se da tras conocerse que el Pentágono suspendió parcialmente la ayuda militar a Ucrania y mientras la UE intensifica su estrategia con el modelo danés de producción armamentista compartida, que contempla un gasto de 1.480 millones de dólares en 2025.
En este contexto, Moscú continúa su narrativa de resistencia, mientras plantea que Occidente no solo está fracasando diplomáticamente, sino que también se está autolesionando económicamente y políticamente con cada decisión contra Rusia.