En una entrevista transmitida este domingo por la cadena Fox News, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió que Irán podría contar con una instalación nuclear secreta adicional además de las tres ya conocidas y recientemente bombardeadas por el ejército estadounidense.
“Sabíamos que tenían muchos sitios, probablemente tres más uno. Pero tenían tres sitios principales y sabíamos que tenían que renunciar a ellos”, declaró Trump, en referencia al operativo aéreo lanzado la semana pasada contra objetivos nucleares en territorio iraní.
El mandatario justificó la acción militar señalando que Teherán continuaba su programa de enriquecimiento de uranio. “Dijeron: ‘queremos enriquecimiento’ (…). Enriquecer es una mala palabra. Irán no puede tener un arma nuclear”, enfatizó. Trump aseguró que la ofensiva “salió bien” y frenó “por un tiempo” las aspiraciones nucleares de la República Islámica.
No obstante, el propio mandatario reconoció que el resultado puede ser temporal. “Lo último que quieren hacer ahora es pensar en lo nuclear. Tienen que ponerse de nuevo en forma”, comentó, en una mezcla de advertencia y satisfacción por el efecto disuasivo del ataque.
Reacciones internacionales
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, indicó que Irán podría retomar la producción de uranio enriquecido “en cuestión de meses”, pese a los daños sufridos. La organización ha solicitado inspeccionar los sitios bombardeados, pero Irán rechazó la petición, alegando parcialidad del organismo y falta de condena formal al bombardeo.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi, confirmó que el Parlamento cesó toda colaboración con el OIEA, profundizando el aislamiento internacional de Irán en materia nuclear.
Un informe filtrado posteriormente a medios reveló que los bombardeos no destruyeron por completo los componentes clave del programa nuclear iraní, sino que habrían retrasado su desarrollo apenas seis meses. Trump respondió calificando el reporte como “falso” y sostuvo que hubo una “destrucción total” de las instalaciones. “¡Irán nunca reconstruirá sus instalaciones nucleares!”, afirmó categóricamente.
Este cruce de versiones, sumado al hermetismo de Teherán, genera creciente incertidumbre global sobre la verdadera capacidad atómica iraní y reaviva los fantasmas de un conflicto prolongado en Medio Oriente.

















