El conflicto militar entre Israel e Irán alcanzó un nuevo nivel de riesgo global tras un ataque israelí contra una zona adyacente al reactor de agua pesada de Khondab, cercano a las ciudades de Arak y Khondab, en la provincia iraní de Markazi.
Según reportó la agencia iraní Mehr, las defensas aéreas iraníes lograron interceptar varios objetivos, y aunque el complejo fue evacuado, no se registraron víctimas ni se detectó radiación en la zona. Las operaciones cotidianas en la localidad han sido restablecidas, indica el reporte.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó el impacto, aclarando que el reactor no estaba operativo ni contenía material nuclear en el momento del ataque, por lo que no hubo efectos radiológicos. Sin embargo, Teherán denunció ante el organismo la “inacción” frente a lo que califica como una provocación peligrosa contra instalaciones nucleares pacíficas.
“Las amenazas y ataques del régimen sionista criminal han sido reportados reiteradamente al OIEA. Su silencio es inaceptable”, expresó la Organización de Energía Atómica de Irán, citada por la agencia Tasnim.
Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron el operativo, informando que 40 aviones de combate lanzaron más de 100 municiones contra múltiples objetivos militares en Irán, entre ellos el reactor en Khondab y un supuesto centro de desarrollo de armas nucleares en la región de Natanz.
Alarma internacional por amenaza nuclear
Desde que Israel lanzara un ataque no provocado contra Irán el 13 de junio, ambos países han sostenido un intercambio constante de fuego. La comunidad internacional ha manifestado una profunda preocupación ante la posibilidad de una escalada nuclear.
“Se están atacando instalaciones nucleares confirmadas como pacíficas por el OIEA. El silencio de Occidente es escandaloso”, denunció María Zajárova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
El presidente Vladímir Putin calificó los ataques como una “violación grave del derecho internacional” y advirtió, junto a otros líderes como Donald Trump, sobre las “consecuencias imprevisibles” que una escalada mayor podría provocar en la región de Oriente Medio.
Países latinoamericanos como Brasil, Venezuela, Cuba y Nicaragua, junto con naciones del mundo islámico como Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Pakistán, han repudiado la agresión israelí y exigido contención.