La medicina nuclear se consolida como una herramienta letal y precisa contra el cáncer de próstata avanzado resistente a castración.
La oncología ha dado un paso firme hacia la terapia personalizada con el uso de radiofármacos dirigidos como el lutecio-177-PSMA-617, aprobado recientemente para el tratamiento del cáncer de próstata metastásico resistente a castración. Este compuesto se une específicamente a las células tumorales que expresan el antígeno PSMA, liberando radiación directamente en el tumor sin afectar los tejidos sanos.
Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine confirmó que esta terapia mejora significativamente la sobrevida libre de progresión y la calidad de vida de los pacientes. Además, los efectos secundarios son manejables en comparación con la quimioterapia tradicional.
Este tipo de tratamiento plantea importantes cuestiones éticas sobre acceso equitativo, ya que se requieren instalaciones especializadas en medicina nuclear y altos costos. No obstante, representa el futuro de una oncología más efectiva, digna y personalizada.