El presidente estadounidense, Donald Trump, desató una controversia al compartir en Truth Social una imagen en la que aparece vestido como el papa, lo que generó rechazo inmediato desde diversos sectores de la Iglesia Católica en Estados Unidos.
Thomas J. Paprocki, obispo de Springfield, Illinois, reclamó públicamente una disculpa de Trump, indicando que el presidente se había burlado “de Dios, de la Iglesia Católica y del papado” con esta publicación. “No se equivoquen: Dios no es burlado”, afirmó tajantemente.
Asimismo, la Conferencia Católica del Estado de Nueva York criticó la imagen a través de sus redes sociales, subrayando que “no hay nada inteligente ni divertido” en esta acción, especialmente al producirse poco después del funeral del papa Francisco y en vísperas del cónclave para elegir al nuevo pontífice.
Dennis Poust, director ejecutivo de esta organización, también expresó su malestar, destacando que aunque no cree que Trump sea anticatólico, consideró la publicación “impactante y ofensiva para muchos”, agravada por haber sido compartida desde la cuenta oficial de la Casa Blanca.
Por su parte, la Casa Blanca minimizó la polémica, señalando a través de Karoline Leavitt, secretaria de prensa, que Trump había acudido a Italia para honrar al fallecido pontífice y que ha defendido activamente a los católicos y la libertad religiosa.