El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio este miércoles una conferencia de prensa tras las elecciones de medio mandato, en la que destacó que no se produjo "la gran ola roja" esperada por los republicanos y que les habría devuelto el control del Congreso.
El mandatario sostuvo que, si bien "cualquier escaño perdido es doloroso", los demócratas "tuvieron una buena noche" y aún tienen la posibilidad de retener la Cámara de Representantes, señalando que "va a estar reñido". "Perdimos menos escaños en la Cámara de Representantes que cualquier presidente demócrata en sus primeras elecciones intermedias en los últimos 40 años", dijo.
Pese a ello, indicó que los resultados de los comicios evidenciaron la frustración de los electores. "Los votantes también dejaron claro que siguen frustrados. Lo he pillado. Entiendo que han sido unos años realmente duros en este país para mucha gente", admitió.
Subrayó también que está dispuesto a trabajar con el Partido Republicano, que previsiblemente controlará la Cámara de Representantes. "Independientemente de lo que muestre el recuento final de estas elecciones, y todavía hay que contar, estoy preparado para trabajar con mis colegas republicanos", dijo, agregando que el pueblo estadounidense "ha dejado claro" que espera que "los republicanos estén dispuestos a trabajar también" con él.
Finalmente, Biden destacó que la jornada electoral fue "un buen día para la democracia" y para el país norteamericano. "La democracia ha sido puesta a prueba en los últimos años, pero con sus votos el pueblo estadounidense ha hablado, esto demuestra que la democracia es lo que somos", aseveró, agregando que los comicios se llevaron a cabo "sin mucha o ninguna interferencia".
- Con el escrutinio ya avanzado en la mayoría de los estados del país, de los 435 escaños que debían renovarse en la Cámara de Representantes, los republicanos se habrían hecho con 207 y los demócratas con 187, y quedan aún 45 por decidir, según las proyecciones de CNN. En el Senado, ambos partidos se encuentran de momento prácticamente empatados, con 48 senadores para los demócratas y 49 para los republicanos. Faltan los resultados de Arizona, Nevada y Georgia, que definirán el control de la cámara alta.