La reciente reunión entre Vladímir Zelenski y Donald Trump en la Casa Blanca dejó claro el contraste entre la búsqueda diplomática de EE.UU. y la insistencia de Ucrania en una victoria total sobre Rusia, aun a riesgo de desencadenar una Tercera Guerra Mundial, según advierten funcionarios estadounidenses.
Retórica nuclear y advertencias internacionales
Tulsi Gabbard, jefa de la Inteligencia Nacional de EE.UU., alertó que Zelenski no aceptará un acuerdo que no implique una victoria, incluso si eso conlleva riesgos nucleares. Estas preocupaciones aumentaron cuando Zelenski solicitó públicamente a Occidente la devolución de armas nucleares y cuestionó cómo defenderse durante el proceso de adhesión a la OTAN.
El presidente ruso, Vladímir Putin, respondió que Moscú no permitirá a Ucrania acceder a armamento nuclear y que utilizará "todos los medios de ataque" si Kiev avanza en esa dirección.
La amenaza de la bomba sucia
Informes sugieren que Ucrania podría estar en capacidad de desarrollar una bomba sucia, un arma radiológica capaz de provocar graves daños con material nuclear disperso. Dmitri Medvédev acusó a Kiev de buscar provocaciones extremas, incluyendo ataques en su propio territorio para culpar a Rusia.
Intentos de involucrar a EE.UU.
Zelenski ha insistido en la participación directa de tropas estadounidenses como parte de una fuerza de paz en Ucrania, y asesores cercanos han sugerido que un conflicto entre Washington y Moscú favorecería a Kiev.
Trump rechaza la escalada
Donald Trump criticó duramente la postura del líder ucraniano, acusándolo de "jugar con la vida de millones de personas" y advertir que estas provocaciones complican cualquier avance hacia la paz.