San Francisco de Macorís.- Este lunes, un día habitual de retorno a clases, transcurría con normalidad en muchas partes, pero no en las comunidades de Cenoví y Antonio Guzmán Fernández en Aguayo. Ahí, estudiantes han tenido que recibir docencia virtual debido a reiteradas intoxicaciones en la zona, presuntamente causadas por pesticidas utilizados en los arrozales circundantes.
Los centros educativos de estas localidades lucían vacíos, con solo el personal de limpieza presente. Al menos ocho escuelas han optado por la modalidad virtual: algunas porque estudiantes y docentes han resultado afectados, y otras como medida preventiva para evitar más casos.
Entorno contaminado
En un recorrido por Los Arroyos de Cenoví, se evidenció la cercanía de las escuelas con parcelas de arroz. "Por aquí estamos rodeados de parcelas y cuando uno menos cree hay una avioneta fumigando", afirmó Cándida Ferreira, secretaria de la Escuela Juan Antonio Alix, donde recientemente dos maestras, el portero y la directora resultaron intoxicados.
Preocupación de la comunidad
Algunos padres y abuelos han expresado su preocupación por el impacto de la virtualidad en el aprendizaje de los niños. "Si ya es difícil aprender en la escuela, peor será por aparatos electrónicos", señaló Roberto Castillo, abuelo de tres menores afectados.
Casos como el de Juan Tejada, padre de una estudiante de 13 años, evidencian la gravedad de la situación. Su hija ha sufrido cuatro episodios de intoxicación en dos meses, lo que le ha generado gastos médicos de más de 50 mil pesos.
Medidas y sanciones
El director regional de Educación, Wilson Ortega, resaltó la necesidad de un equilibrio entre la producción agrícola y la protección de la salud estudiantil. En respuesta, los ministerios de Salud, Educación, Agricultura y Medio Ambiente, junto con la Procuraduría y el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), anunciaron sanciones y mecanismos de vigilancia para la fumigación en zonas cercanas a escuelas.
El caso ha generado un debate sobre el impacto de las prácticas agrícolas en la salud pública y la necesidad de soluciones sostenibles que permitan la convivencia segura entre la educación y la producción agrícola.