Familiares de las víctimas acusan a la FAA y al Ejército de negligencia en la colisión que dejó 67 muertos
El 29 de enero, un avión de American Airlines con 60 pasajeros y 4 tripulantes colisionó con un helicóptero Black Hawk del Ejército durante un ejercicio de entrenamiento cerca del Aeropuerto Nacional Reagan. Ambas aeronaves cayeron al río Potomac, causando la muerte de 67 personas en el accidente aéreo más mortal en EE.UU. desde 2001.
El abogado de Rachel Crafton, Robert Clifford, explicó que la demanda se fundamenta en posibles fallas de la FAA y el Ejército, incluyendo:
- Escasez de personal en la torre de control en el momento del accidente.
- Errores de comunicación entre los controladores y las aeronaves.
- El helicóptero volando por encima del límite de altitud permitido en esa zona.
Proceso legal y reacciones
Las demandas se han presentado bajo la Ley Federal de Reclamaciones por Agravios, un requisito previo para llevar el caso a un tribunal federal. Si la FAA y el Ejército no responden en seis meses, la familia podrá proceder con una demanda civil por muerte por negligencia.
El Ejército y la FAA se negaron a comentar sobre el litigio en curso.
Impacto en las familias
Casey Crafton, de 40 años, era gerente de soporte técnico en una firma de consultoría de aviación y regresaba de un viaje de negocios cuando ocurrió el accidente. Dejó tres hijos de 7, 10 y 12 años, a quienes entrenaba en fútbol y béisbol juvenil.
“El impacto de esta tragedia será para siempre”, dijo Clifford. “Su familia merece respuestas y justicia”.
Investigación en curso
Los investigadores han señalado que el helicóptero podría haber recibido lecturas de altitud incorrectas, y que su tripulación pudo no haber escuchado instrucciones clave del control aéreo. Se cree que el choque ocurrió a menos de 300 pies (91 metros) de altitud, cuando el avión descendía hacia el helicóptero, que estaba muy por encima del límite permitido de 200 pies (61 metros).
Un informe de la FAA también reveló que, en el momento del accidente, un único controlador gestionaba tanto los helicópteros como los aviones en la zona, cuando normalmente se asignan dos controladores para esas funciones.
¿Qué sigue?
Las familias afectadas podrían unirse a la demanda, y se espera que más evidencias salgan a la luz en los próximos meses. Mientras tanto, American Airlines, Sikorsky Aircraft y Collins Aerospace han sido notificadas para preservar cualquier prueba relacionada con el accidente.