En su primer día como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump volvió a implementar una política migratoria radical que ha dejado a miles de migrantes en una situación de incertidumbre y desesperación. La aplicación 'CBP One', que permitía a los migrantes programar citas en los puntos fronterizos desde 2023, fue suspendida de inmediato tras su juramentación.
El anuncio generó largas filas y escenas de angustia en la frontera, especialmente en Matamoros, Tamaulipas, donde los migrantes salieron entre lágrimas tras ser rechazados. "Queríamos reunirnos con nuestras familias, pero ahora no sabemos qué hacer", comentó uno de los afectados.
Trump también declaró emergencia nacional en materia migratoria y anunció el cierre total de la frontera con México. Estas medidas, que el mandatario había prometido durante su campaña, también implican la suspensión de políticas con fines humanitarios y la amenaza de deportaciones masivas en los próximos días.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que su Gobierno implementará un programa de asistencia para apoyar a los migrantes afectados. Este plan incluye ayuda legal, médica y económica para facilitar su reintegración en sus países de origen.
Esta decisión ha generado una ola de críticas y protestas en América Latina, donde organizaciones humanitarias y líderes políticos instan a buscar soluciones integrales al problema migratorio.