Una fuga masiva sacudió la ciudad de Buenos Aires en la víspera de Navidad, cuando 17 presos escaparon de una comisaría en el barrio de Liniers. Según la agencia Noticias Argentinas, los reclusos, incluidos 11 argentinos y 6 chilenos, lograron huir tras perforar un boquete en una pared de la dependencia policial donde estaban detenidos.
Detalles de la fuga
El escape ocurrió el lunes por la noche en una comisaría con 58 detenidos. Los prófugos, cuyas edades oscilan entre 21 y 41 años, enfrentaban cargos por delitos graves como uso de armas, robo, hurto y homicidio agravado en grado de tentativa.
La Policía de la Ciudad ha iniciado un operativo de búsqueda para localizar a los fugados, aunque hasta ahora no se ha informado de capturas.
Un problema recurrente
Este incidente se suma a una serie de fugas recientes que han puesto en entredicho la seguridad carcelaria en Buenos Aires:
- Fines de noviembre: Siete presos escaparon de una comisaría en el barrio de Barracas.
- 1 de diciembre: Dos detenidos se fugaron de otra comisaría en el barrio de Nueva Pompeya.
Estas evasiones reflejan un patrón alarmante en la capacidad del sistema policial para prevenir fugas, especialmente en dependencias con altos niveles de hacinamiento.
Repercusiones políticas
La fuga ha generado un nuevo escándalo para el gobierno de la ciudad, encabezado por Jorge Macri, quien recientemente despidió al asesor del Ministerio de Seguridad, Sebastián Vela, y al comisario Adrián Ochoa, en respuesta a los incidentes previos.
Las fugas han intensificado las críticas a la gestión de la seguridad en Buenos Aires, con cuestionamientos sobre la capacidad de las comisarías para albergar detenidos y prevenir episodios como este.