En su discurso posterior a la victoria electoral, Nicolás Maduro respondió a las acusaciones de fraude realizadas por el presidente argentino, Javier Milei. Maduro calificó a Milei de "sociópata sádico" y "tronco de fascista", desafiándolo a un enfrentamiento verbal. Este ataque se produjo después de que Milei denunciara fraude electoral y afirmara que los venezolanos querían poner fin a la "dictadura comunista".
Horas antes, Milei había anunciado que su Gobierno no reconocería los resultados, calificándolos de fraudulentos. El presidente argentino esperaba que las Fuerzas Armadas venezolanas defendieran la democracia.