El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, ha responsabilizado a las naciones occidentales por la provocación que ha desencadenado la crisis actual en Ucrania. Durante una reciente intervención, Shoigú argumentó que las políticas agresivas y provocadoras de Occidente han exacerbado el conflicto, creando un entorno de inestabilidad tanto a nivel regional como global.
Shoigú subrayó que las continuas intervenciones y sanciones impuestas por países occidentales han sido factores clave en la escalada del conflicto ucraniano. Según el ministro, estas acciones no solo han afectado negativamente las relaciones entre Rusia y Occidente, sino que también han contribuido a la prolongación de la crisis, afectando a millones de personas.
El ministro hizo un llamado a la comunidad internacional para que reconozca el papel de las políticas occidentales en la crisis y busque soluciones pacíficas y diplomáticas para resolver el conflicto en Ucrania. Además, Shoigú reiteró el compromiso de Rusia con la defensa de sus intereses y la protección de su seguridad nacional frente a lo que considera provocaciones externas.