Pese a las restricciones impuestas por Occidente al petróleo ruso, Moscú no hace otra cosa que aumentar los volúmenes de comercio de su crudo, y el oro negro ruso cotiza muy por encima del techo de 60 dólares. Un experto explica a Sputnik por qué la idea de un tope de precios para el petróleo ruso es inviable.
A su vez, el valor semanal de los envíos rusos ascendió a un máximo de cinco meses de 1.900 millones de dólares desde 1.750 millones de dólares, calculó el portal a partir de datos de la agencia de precios Argus Media y del seguimiento de petroleros. El crudo ruso cotiza por encima del techo de 60 dólares por barril establecido por Occidente, según Argus.
Como consecuencia, los ingresos presupuestarios de Rusia crecen. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2024, los rendimientos por hidrocarburos, según el Ministerio de Finanzas ruso, ascendieron a 2,9 billones de rublos (unos 3.100 millones de dólares), frente un 80% menos que hace un año. Por lo tanto, a pesar del amplio "programa de sanciones", Moscú recauda cada vez más, reconoce el medio.
Por su parte, el experto en combustibles y complejo energético y economista Igbal Guliev, opina a Sputnik que algunos medios de comunicación mundiales, controlados por el capital occidental, cubren de forma muy sesgada la situación de las exportaciones rusas de petróleo. A su juicio, así intentaron enfrentar a Rusia con los productores de petróleo de Oriente Medio, pero fracasaron, y el complejo ruso de combustibles y energía "consiguió sobrevivir".
El analista considera que el tope de precios en sí, introducido por Occidente para privar a Rusia de los ingresos del petróleo y el gas, únicamente podría funcionar en 2022, pero no en 2023 y 2024.
En sus palabras, el establishment estadounidense —principal beneficiario e inspirador de estas medidas— se da cuenta de que el proyecto "anti-Rusia" no ha funcionado, y en vísperas de las elecciones presidenciales tratará de idear un nuevo formato del techo de precios para animar a los estadounidenses a votarles de nuevo.