El subcomité de investigaciones del Senado de Estados Unidos ha citado a declarar el próximo 17 de abril al director ejecutivo de Boeing, David Calhoun, para esclarecer las dudas de los legisladores en torno a los procesos de ingeniería y ensamblaje de las aeronaves y su impacto en la seguridad aérea. Calhoun recibió la correspondiente notificación el 19 de marzo, pero el presidente del subcomité, Richard Blumenthal, anunció la investigación recién este martes.
En la carta para Calhoun, los congresistas expresaron preocupación por el proceso de fabricación de los aviones Boeing 787 y 777 tras revelaciones de un ingeniero de la compañía sobre "alarmantes y peligrosas deficiencias" que "están creando riesgos de seguridad potencialmente catastróficos".
El ingeniero notificó a la Administración Federal de Aviación de EE.UU. que "Boeing había empezado a tomar atajos" para "reducir los cuellos de botella en la producción de los 787″, lo que llevó a "una ingeniería defectuosa y una evaluación defectuosa de los datos, permitiendo piezas e instalaciones potencialmente defectuosas" en los aviones de ese modelo.
Según lo resumió el abogado del denunciante a la hora de dirigirse a la autoridad en enero, los problemas en la etapa de ingeniería podrían "causar fallos prematuros por fatiga sin previo aviso, creando así condiciones inseguras para la aeronave con accidentes potencialmente catastróficos y víctimas mortales entre los pasajeros". En lo que concierne al Boeing 777, el mismo ingeniero reportó ante sus superiores en la compañía los defectos de ensamblaje, al detectar "desajustes significativos entre piezas en el ensamblaje de al menos 400 aviones 777″.
El trato del denunciante por parte de Boeing y su gestión de los informes sobre los fallos en la fabricación de los aviones "plantean muchas preguntas sobre el compromiso" de la empresa con la seguridad de las aeronaves, indicó el subcomité del Senado. "Queremos darle a Boeing la oportunidad de explicar al pueblo estadounidense por qué, a la luz de los recientes aparentes fallos de seguridad, el público debería confiar en los procesos de ingeniería y montaje de Boeing", razonó.
"Boeing debe identificar hasta qué punto se ha visto comprometida la seguridad de los aviones, cómo ocurrió y detallar los pasos que tomará para evitar que vuelva a ocurrir. Si Boeing no es capaz de reconocer y comprender plenamente sus fallos, no puede corregirlos de manera significativa, recuperar la confianza del público y restaurar su papel central en la economía estadounidense y la defensa nacional, de la que fue pionera durante el siglo pasado", concluyeron los senadores.