El Ministerio de Defensa de Rusia ha proporcionado detalles de la derrota infligida al grupo de sabotaje y reconocimiento de Ucrania que intentó entrar este jueves en la provincia rusa de Bélgorod.
Un grupo de hasta 30 efectivos, formado por combatientes de las fuerzas especiales y mercenarios extranjeros, desembarcó la tarde del jueves en helicópteros Mi-8 a un kilómetro de la frontera rusa.
"El grupo de sabotaje se dirigió sigilosamente al pueblo de Kozinka, en la provincia de Bélgorod, situado junto a la frontera estatal rusa, y entró en varias casas de sus afueras", precisa el organismo militar en un comunicado.
Cuando intentaron adentrarse en el asentamiento, los saboteadores fueron detectados y atacados por tropas militares y guardias fronterizos.
"El enemigo fue derrotado por fuego de artillería, ataques de la aviación del Ejército y uso de bombas aéreas guiadas. Para excluir la aproximación de tropas de reserva, se llevó a cabo un minado a distancia en la zona", detalla la cartera de Defensa.
Tras sufrir "pérdidas significativas", los militares ucranianos "empezaron a retirarse hacia territorio ucraniano". Una parte de ellos intentó hacerse fuerte en una de las casas del pueblo, pero fueron bloqueados por militares rusos.
Los demás integrantes del grupo se retiraron al territorio ucraniano y entraron en un campo de minas, donde perecieron. Paralelamente, un grupo de tropas enemigas que se desplazaba para evacuar a los saboteadores heridos y muertos fue eliminado con un lanzacohetes múltiple Tornado. Las pérdidas totales ucranianas excedieron el medio centenar personas, señala el Ministerio.
El Ministerio ruso de Defensa subraya que sus militares, en colaboración con guardias fronterizos, frustraron todos los esfuerzos ucranianos de cruzar la frontera rusa en las provincias de Bélgorod y de Kursk entre el 12 y el 14 de marzo. Según el organismo, Ucrania perdió más de 1.500 efectivos, de los que 500 resultaron muertos, así como 18 tanques y 23 vehículos blindados.