El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer una operación militar en Haití, abriendo la puerta para que un contingente de mil policías de Kenia, como parte de una fuerza multinacional, restaure la paz en el país vecino. Haití se encuentra asediado por grupos armados que controlan gran parte del territorio y han impuesto un régimen de terror y violencia.
Después de extensas negociaciones y revisiones en el texto propuesto por Ecuador y los Estados Unidos, la decisión final se alcanzó con trece votos a favor y dos abstenciones predecibles por parte de la Federación de Rusia y China, miembros permanentes del máximo organismo de la ONU, junto con Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
Cualquier veto de estos cinco países habría sido suficiente para descarrilar los esfuerzos destinados a restaurar el orden en la primera república negra del mundo.
La decisión se basa en un llamado prolongado del gobierno haitiano, transmitido por António Guterres, Secretario General de la ONU, que reconoció la necesidad de un fuerte apoyo internacional para mejorar la seguridad en el país, especialmente para la Policía Nacional de Haití.
Kenia, el país africano que liderará la fuerza multinacional, ha recibido respaldo económico de los Estados Unidos y tiene previsto que la misión armada esté en Haití a más tardar al comienzo del próximo año.
El Ministro de Relaciones Exteriores keniano, Alfred Mutua, ha enfatizado que el objetivo principal es eliminar las bandas armadas y se muestra optimista sobre el éxito de la lucha contra los delincuentes en los barrios, ya que carecen del respaldo de la población.
En una entrevista en La Semanal con la Prensa, en el Palacio Nacional, el Canciller dominicano, Roberto Álvarez, informó que tienen información de que Kenia está dispuesta a enviar los primeros efectivos a principios de noviembre. Además, explicó que el Presidente de Kenia tiene la facultad de enviar efectivos sin necesidad de la aprobación del Parlamento durante 60 días. Dado que el Presidente William Ruto cuenta con mayoría en el Parlamento, es probable que se extienda el período más allá de los 60 días.
China explicó que no votó en contra debido a la gravedad de la situación en Haití y la necesidad de asistencia inmediata, pero expresó su preocupación por el contenido de la resolución, que debe ser respetuosa de la soberanía y los asuntos internos de cada país, aspectos que considera que no quedaron claros en el documento. China instó a los países a mantener consultas detalladas con Haití sobre los arreglos específicos para el despliegue de la fuerza de seguridad y a presentar informes oportunamente ante el Consejo de Seguridad.
La Federación Rusa también catalogó como "extremo" el envío de la misión, aunque valoró positivamente las medidas adoptadas para combatir el contrabando de armas. Rusia solicitó información detallada sobre el uso de la fuerza durante la planificación del proyecto de resolución, pero no recibió respuesta.
Estados Unidos aseguró que esta fuerza multinacional no repetirá los errores del pasado, refiriéndose a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), que estuvo en Haití durante 10 años. El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó la autorización de la misión como un avance histórico para preservar la paz y la seguridad a nivel local.
Además de Kenia, otros países como Jamaica, las Bahamas y Antigua y Barbuda se han comprometido a enviar personal a la fuerza multinacional, mientras que Estados Unidos prometió proporcionar logística y 100 millones de dólares en apoyo al liderazgo de Kenia en esta misión.