Las medidas de seguridad y defensa en Lituania se han reforzado drásticamente antes de la cumbre de la OTAN que tendrá lugar la próxima semana en Vilna, a tan solo unos 30 km de la frontera con Bielorrusia, país aliado de Rusia.
16 miembros de la Alianza Atlántica han desplegado unos 1.000 efectivos para proteger al presidente de EE.UU., Joe Biden, y otros líderes que asistirán al evento el 11 y 12 de julio.
Varios de los países que conforman el bloque militar han suministrado avanzados sistemas antiaéreos que Lituania no tiene. Así, Alemania ha desplegado 12 vehículos del sistema Patriot, de fabricación estadounidense, capaz de interceptar misiles balísticos, aviones y misiles de crucero, informa Reuters.
España ha enviado sistemas antiaéreos NASAMS, mientras Francia está suministrando obuses autopropulsados Caesar. Aviones militares de Francia, Finlandia y Dinamarca están basados en Lituania, al tiempo que el Reino Unido y Francia proveen de capacidades antidrones.
A su vez, Alemania y Polonia han movilizado al país báltico fuerzas especiales con helicópteros, mientras que otras naciones han ofrecido equipos de respuesta a potenciales ataques químicos, biológicos, radiológicos y nucleares.
En paralelo, Lituania ha triplicado su personal en las fronteras con Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado, reforzándolo con uniformados de Letonia y Polonia. Esas dos naciones también han enviado policías para ayudar a patrullar la capital lituana.
El alcalde de Vilna ha sugerido que los ciudadanos vayan al campo si quieren evitar problemas de tráfico, dado que grandes partes del centro de la ciudad estarán acordonadas durante la cumbre.
- La coordinación de la asistencia militar a Ucrania, medidas para reforzar la defensa en Europa y el presupuesto de la Alianza Atlántica serán algunos de los temas clave en la cumbre en Vilna, según reveló el viernes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, confirmando que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, asistirá al evento.
- Desde Moscú han denunciado en repetidas ocasiones que la OTAN participa directamente en el conflicto en Ucrania, gastando millones de dólares en ayuda bélica a Kiev y demostrando su voluntad de aumentar la escalada.