Las expectativas de inflación de los consumidores disminuyeron significativamente en el mes de abril en la zona euro, lo que sugiere que la histórica subida de los tipos de interés podría concluir este verano, según un comunicado publicado este martes por el Banco Central Europeo (BCE).
En su encuesta mensual, realizada en abril de 2023, el BCE asegura que las expectativas de inflación para los próximos 12 meses cayeron al 4,1 % desde el 5 % de marzo. Mientras que las expectativas de inflación para los próximos tres años se redujeron al 2,5%, lo que se acerca al objetivo del 2 % planteado a mediano plazo.
Además, las percepciones y expectativas de aumento de precios fueron parecidas entre personas con diferentes ingresos. Sin embargo, los encuestados más jóvenes (18 a 34 años) declararon expectativas de inflación más bajas que las personas de más edad (55 a 70 años), según el comunicado de prensa.
Los resultados muestran que el aumento de precios se ralentizó y las expectativas de inflación para el próximo año cayeron al nivel más bajo desde el 2020, contrastando con el indicador del año pasado cuando alcanzó un récord en medio de las sanciones impuestas a Rusia.
Por otro lado, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, el pasado lunes había asegurado que la presión sobre los precios sigue siendo fuerte, y la inflación, excluyendo la energía y los alimentos, bajó al 5,3 % en mayo desde el 5,6 % de abril.
Respecto a los créditos hipotecarios y vivienda, los consumidores esperan que el precio de su vivienda aumente un 2,2 % en los próximos 12 meses. La proporción de consumidores que declararon haber solicitado un crédito durante los últimos tres meses disminuyó hasta el 13,4 % en abril desde el 13,6 % de enero de 2023.
Debido a que se espera que el BCE suba las tasas de interés la próxima semana, la encuesta podría alimentar el debate sobre el tiempo que deben subir el techo de los préstamos para garantizar que la inflación vuelva a lo esperado. Los inversores y la mayoría de los economistas prevén dos subidas más de un cuarto de punto en los depósitos, hasta un máximo del 3,75 %.
Sin embargo, Klaas Knot, presidente del banco central holandés y uno de los miembros más importantes del Consejo de Gobierno del BCE, advirtió el martes que la zona del euro está sufriendo los efectos secundarios del encarecimiento de la energía, lo que significa que será más difícil reducir los precios al consumo, según Bloomberg.
Por su parte los bonos alemanes ampliaron sus ganancias tras la publicación, aunque sigue siendo probable que se produzca otro aumento de medio punto en septiembre.
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