El exluchador y miembro del Salón de la Fama de la WWE Billy Graham murió este miércoles en un hospital estadounidense, donde permaneció durante varias semanas en terapia intensiva, confirmaron sus familiares en redes sociales.
De acuerdo a la esposa de Graham, el deportista fue ingresado al hospital por diversos problemas de salud y, tras tres semanas en cuidados intensivos, su estado se deterioró, por lo que decidió desconectarlo del soporte vital.
El luchador, cuyo nombre real era Eldridge Wayne Coleman, inició su carrera en el mundo de la lucha libre profesional a finales de la década de 1960 en la empresa Stampede Wrestling Promotion. Luego de pasar por otras promotoras, finalmente debutó con la WWF en 1975, donde consiguió el campeonato de los pesos pesados.
A principios de la década de 1980, el luchador tuvo problemas de salud relacionados con los golpes que recibía sobre el cuadrilátero y el consumo de esteroides, lo que le llevó a salir y volver a la WWE, hasta que finalmente se retiró.
Luego de ser despedido como comentarista en 1988, Graham comenzó a hablar públicamente sobre su consumo de esteroides y los peligros del uso de estas sustancias. Asimismo, denunció el uso extendido de estos fármacos en el mundo de la lucha libre, e incluso pidió a Vince McMahon, director ejecutivo de la WWE, poner atención sobre esta cuestión.
Coleman, incluido en el Salón de la Fama de la WWE en el 2004, es considerado como uno de los íconos y personajes más influyentes de la lucha libre estadounidense. Peleadores reconocidos como Hulk Hogan, Scott Steiner, Ric Flair, entre otros, han reconocido la influencia de este personaje en su carrera.