Dr. Isaías Ramos
La educación en valores y buenas costumbres debería sembrarse y crecer inicialmente en el hogar y luego con la ayuda de los profesores se consolida en la escuela.
Lamentablemente, en nuestro país llevamos casi dos generaciones perdidas que no tuvieron la oportunidad de crecer en valores y fueron expuestas de manera sin precedentes en la historia republicana a la perversión, y esos son los que hoy están reproduciendo la prole que le dará continuidad a nuestra nación.
Es innegable que "la base de la urbanidad, de la buena educación, es moral: no hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti". Y un Platón que tenía muy claro que: “el objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano”.
En estos tiempos es fundamental consolidar principios y valores para poder enfrentar en este nuevo mundo desconocido para todos, donde el manejo del conocimiento por la inteligencia artificial suplantará al ser humano y todo aquel que carezca del buen uso de la razón, del pensamiento crítico, la ética, los principios y valores, la inteligencia emocional y el discernimiento, podría convertirse en víctima de la manipulación y sin claridad en los valores que nos sostienen como sociedad.
De nada nos serviría formar matemáticos, científicos e ingenieros con grandes conocimientos si estos carecen de principios y valores. Es un peligro el conocimiento sin sabiduría pues este sería utilizado no para hacer el bien, si no todo lo contrario.
La educación en la República Dominicana debe nutrirse de los valores cristianos, éticos, estéticos, comunitarios, patrióticos, participativos y democráticos. Asimismo, debe garantizar el derecho a una educación integral, gratuita y de calidad para todos sus ciudadanos.
La educación dominicana también debe promover la educación permanente desde temprana edad y a lo largo de toda la vida, fomentando el aprendizaje autónomo y el desarrollo de habilidades y competencias necesarias para el mundo actual.
La Ley 66-97 establece la formación de personas libres, críticas y creativas, capaces de participar en una sociedad libre, democrática y participativa, justa y solidaria. Además, busca formar ciudadanos amantes de su familia y de su Patria, conscientes de sus deberes, derechos y libertades, con un profundo sentido de responsabilidad y de respeto a la dignidad humana.
La ley también promueve la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y busca crear una conciencia de identidad, valoración e integración nacional.
El Nivel Inicial tiene como función contribuir al desarrollo físico, motriz, psíquico, cognitivo, afectivo, social, ético, estético y espiritual de los educandos, promover el desarrollo de las potencialidades y capacidades de los niños y niñas para fomentar el desarrollo de las potencialidades y capacidades de cada uno de ellos y favorecer la integración del niño con la familia, se debe buscar desarrollar su capacidad de comunicación y relaciones interpersonales, creatividad, y se estimulen las actividades recreativas y adecuadas a su edad. Además, se promueven valores y actitudes como la responsabilidad, la cooperación, la iniciativa y la conservación del medio ambiente.
En cuanto al segundo ciclo del Nivel Medio, su objetivo es desarrollar en los estudiantes habilidades para comprender la ciencia, la tecnología y el arte, y tomar conciencia de los problemas sociales y ambientales. Se fomenta la participación activa en la sociedad y el compromiso social para construir una sociedad más justa y equitativa. Además, se enseñan valores éticos y morales para formar ciudadanos responsables y conscientes. Se fomenta la salud, el bienestar físico y mental, el desarrollo social y el espíritu de cooperación, todo esto para preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo laboral y asumir su papel como conductores de familia y miembros activos.
En el Frente Cívico y Social entendemos que el ministerio de educación debe enfocarse en promover valores humanos que formen buenos ciudadanos, así como dicta la ley y la propia constitución de la República. Además, el Estado debe aprovechar el numeral 11 del artículo 63 de la Constitución Dominicana donde establece que los medios de comunicación social, tanto públicos como privados, tienen la responsabilidad de contribuir a la formación ciudadana. Por lo tanto, es necesario que a través de todos los medios de comunicación disponible se promuevan una cultura de valores éticos y cívicos de manera audaz, persistente y consistente. Esto promovería la participación ciudadana y la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
¡Despierta, República Dominicana!