En República Dominicana, nueve de cada 100 pesos de los ingresos fiscales del presupuesto provienen de impuestos a los combustibles. Si se desarrolla un ambiente de transición hacia lo verde, esta fuente de recaudación se irá reduciendo, aseguró ayer el ministro de Hacienda, José Manuel -Jochi- Vicente.
El funcionario estuvo a cargo de la introducción del estudio “Perspectivas económicas de América Latina 2022: hacia una transición verde y justa”, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano que se celebra hasta hoy en Santo Domingo.
“En un ambiente de transición hacia lo verde esta fuente de recaudación (los combustibles) se irá reduciendo y, por lo tanto, se hace imperativo llegar a acuerdos que permitan su sustitución” de forma tal que no afecte la sostenibilidad de las finanzas públicas, explicó el ministro.
Al hablar en un evento que congrega a más de 1,500 empresarios iberoamericanos, sostuvo que los sistemas tributarios de “nuestros países” tendrán que pasar a depender de manera más significativa de las nuevas actividades económicas que han surgido, fruto de los procesos de innovación de los últimos años.
“Tenemos que entender que, para poder realizar inversiones públicas que cumplan con criterios de resiliencia y sean consistentes con un desarrollo desacoplado de los combustibles fósiles, es necesario contar con recursos. En resumen, el desarrollo sin financiamiento es solo una declaración de buenas intenciones”, dijo.
Transición y alianzas
La transición verde es un camino hacia la adopción de prácticas más sostenibles en todos los aspectos de la economía: desde la producción y consumo de energía hasta el uso de los recursos naturales y la gestión de residuos.
Sin embargo, esta transición debe ser justa, asegurando una distribución equitativa de los beneficios y costos en todos los sectores de la sociedad.
En ese orden, Vicente abogó por que la transición verde se realice con alianzas y con el apoyo financiero y técnico de las naciones que cuentan con una mayor dotación de recursos.
Observó que el estudio de la OCDE habla de que la transición verde podría costar a la región entre 1.5 y 5 % del producto interno (PIB) de ahora hasta el 2050. “Eso es mucho dinero”, dijo.
“El documento -agregó- habla de se requirirá de nuevos tributos relacionados con el medioambiente, sistemas de intercambio de derechos, emisión y nuevos instrumentos de deuda. Y todo eso en un contexto de recomposición de la estructura tributaria de nuestros países”.
Indicó que, aunque los Gobiernos y los legisladores son “los principales responsables de impulsar y apoyar una transición ordenada hacia una economía verde, debe ser ya una prioridad de todos”.
Economía y medioambiente
Durante otro panel, ejecutivos de empresas iberoamericanas abordaron los desafíos de impulsar el bienestar de negocios sostenibles a fin de incentivar las economías y la creación de empleos sin que el medioambiente se afecte.
Durante el panel “Sostenibilidad, acción climática, compromiso social y nuevos modelos de financiación para el desarrollo de negocios sostenibles”, Javier Sánchez Prieto, presidente de Iberia, una de las aerolíneas más grandes de Europa, expresó que el desarrollo debe ser equilibrado en todos los países.
Expuso que, para que el sector aeronáutico reduzca las emisiones de dióxido de carbono, no se deben disminuir los vuelos, sino apelar a otros mecanismos, puesto que eso “vulnera los derechos de las personas”.
En tanto que Antonio Huertas, presidente de Mapfre, abogó por las alianzas público-privadas para ejecutar acciones que vayan con cuidado del medioambiente. “Para poder optimizar el impacto climático tenemos que hacer todo lo posible para que el calentamiento global y ese efecto climático tan perverso (…) se reduzca”, dijo.