La Armada de China tiene ventajas significativas sobre la estadounidense, entre ellas, una flota más grande y astilleros con una mayor capacidad, declaró este martes el secretario de la Marina de EE.UU., Carlos del Toro, en una conferencia de National Press Club.
Al hablar de que EE.UU. debe modernizar y ampliar su flota para hacer frente a China, que "pretende acabar con el dominio estadounidense en los océanos de todo el mundo", reveló que el país asiático cuenta con unos 340 buques y avanza hacia una flota de 440 buques para 2030. Mientras tanto la Armada estadounidense cuenta con menos de 300.
"Necesitamos una Armada más grande, necesitamos más buques en el futuro, buques más modernos en el futuro, en particular que puedan hacer frente a esta amenaza", declaró, añadiendo que los astilleros navales estadounidenses "no pueden competir con los chinos".
"Desgraciadamente, China tiene una ventaja significativa […] No lo considero necesariamente una ventaja, pero es una realidad, lo que significa que tienen 13 astilleros, en algunos casos sus astilleros tienen más capacidad; un astillero tiene más capacidad que todos nuestros astilleros juntos. Eso supone una amenaza real", afirmó.
Además, el alto funcionario afirmó que Pekín tiene ventajas en cuanto al número de trabajadores en los astilleros, mientras que uno de los grandes problemas de EE.UU. es encontrar mano de obra cualificada, tras lo cual acusó al gigante asiático de utilizar "trabajo esclavo". Sin embargo, no aportó datos concretos en apoyo de sus acusaciones.
Así, algunos analistas han cuestionado la veracidad de tales afirmaciones. "China dispone de una gran reserva de mano de obra y no tendría sentido utilizar trabajo esclavo en un sector de alta tecnología vital para su seguridad nacional", declaró Blake Herzinger, investigador y experto en política de defensa en el Indo-Pacífico del Instituto Empresarial Estadounidense.
Destacó que tales palabras demuestran la costumbre de los altos funcionarios estadounidenses de culpar a China por todos sus fracasos. "Esto parece desgraciadamente habitual, que la dirección de la Marina tire piedras sobre defectos reales o imaginarios de la construcción naval china en lugar de tener en cuenta los fracasos de EE.UU. durante dos décadas en cuanto a conceptualizar, diseñar y construir buques para su propia Armada", dijo.