La presidenta de Perú, Dina Boluarte, dio este viernes un mensaje a la nación en medio de las violentas protestas en diversas regiones del país, que han dejado más de 40 muertos.
La mandataria pidió perdón por las muertes en las manifestaciones del último mes, pero también instó a los peruanos a rechazar la violencia.
"Pido perdón por esta situación y por lo que se haya dejado de hacer para evitar los acontecimientos trágicos. Pero, así como pido perdón, como mandataria pido que rechacemos la violencia. Los peruanos y peruanas somos pacíficos, somos un pueblo solidario que ha luchado frente a los obstáculos y la adversidad para salir adelante", destacó.
Asimismo, Boluarte pidió que se investiguen los hechos de violencia en las marchas y descartó que vaya a renunciar al cargo. "Algunas voces que salen de los violentistas y radicales piden mi renuncia, azuzando a la población al caos, el desorden y los destrozos, a ellos les digo, de manera responsable: 'No voy a renunciar'. Mi compromiso es con el Perú y no con ese grupo minúsculo que está haciendo sangrar a la Patria", indicó.
La presidenta peruana también contesto al gobernador regional de Puno, Leandro Alejandro Aruquipa, quien le habría declarado como persona no grata. "Una comisión de alto nivel ha estado en Puno y las propias autoridades les dicen que no los pueden recibir. Señor gobernador, cómo piensa atender las necesidades de sus pueblos […] debemos trabajar sin revanchismos, por encima de las ideologías", agregó.
Caso contra Boluarte
Este martes, la Fiscalía dispuso iniciar una investigación preliminar en contra de Boluarte por delitos de genocidio, homicidio y heridas graves en las protestas.
Asimismo, serán investigados miembros de su gabinete, como el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola; el ministro del Interior, Víctor Rojas, y el ministro de Defensa, Jorge Chávez. A ellos se suman Pedro Ángulo, como expresidente del Consejo de Ministros, y César Cervantes, como exministro del Interior.
Estas protestas que iniciaron en diciembre tuvieron una tregua por Navidad y Año Nuevo y se reiniciaron en enero. Los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso, el adelanto de elecciones para este año, la liberación del depuesto presidente Pedro Castillo y la convocatoria a una asamblea constituyente.