Una llamarada solar X5.1 sacude las comunicaciones de radio
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) informó que una llamarada solar de clase X5.1 produjo este martes apagones de radio generalizados en distintas zonas del planeta, con especial impacto sobre Europa y África, donde se registraron interferencias fuertes de nivel R3 en las comunicaciones de alta frecuencia (HF).
La erupción alcanzó su punto máximo alrededor de las 10:04 GMT en la mancha solar AR4274, una región que en los últimos días ha mostrado una actividad intensa, generando varias erupciones de alta energía y asociándose a episodios previos de perturbaciones en las comunicaciones.
De acuerdo con los modelos de la NOAA y centros de monitoreo de clima espacial, se esperan apagones de radio adicionales de nivel R1–R2 (menores a moderados), con probabilidades de nuevos episodios de nivel R3 (fuertes) entre el 12 y el 14 de noviembre, mientras la región activa 4274 siga girada hacia la Tierra.
¿Qué significa una llamarada de clase X5.1?
Las llamaradas solares se clasifican en cinco grandes categorías según su energía: A, B, C, M y X, donde cada letra representa un salto de diez veces en intensidad. Dentro de la clase X, el número indica cuántas veces supera el umbral mínimo de esa categoría; es decir, una X5.1 es más de cinco veces más intensa que una X1.
Estas erupciones liberan enormes cantidades de radiación electromagnética, que viaja a la velocidad de la luz y puede afectar de forma casi inmediata la ionosfera terrestre, la capa de la atmósfera que utilizan las ondas de radio para propagarse. Cuando la radiación es lo suficientemente intensa, puede producir un incremento de ionización en la región D de la ionosfera, provocando la absorción o degradación de señales HF (3–30 MHz) utilizadas por la aviación, la navegación marítima y servicios de emergencia, entre otros.
La NOAA clasifica el impacto de estas perturbaciones en una escala de R1 a R5, donde R3 implica apagones fuertes, con pérdida de señal y degradación significativa en el lado diurno del planeta.
Tormenta geomagnética severa y auroras visibles más al sur
Además del apagón de radio, los organismos de monitoreo espacial reportaron niveles de tormenta geomagnética G4 (severa) durante la madrugada del 12 de noviembre, con efectos que podrían extenderse durante la noche.
Las tormentas geomagnéticas se producen cuando una eyección de masa coronal (CME) —una nube de plasma y campo magnético expulsada por el Sol— interactúa con la magnetosfera terrestre, alterando el campo magnético del planeta. Estos eventos pueden provocar desde fluctuaciones en redes eléctricas hasta errores en sistemas de posicionamiento global (GPS) y desviaciones en trayectorias de satélites.
Como resultado de esta tormenta, se registraron auroras boreales visibles mucho más al sur de lo habitual, en regiones donde normalmente no se observan estos fenómenos, lo que confirma la intensidad del evento.
Radiación detectada a nivel del suelo: un evento poco común
La experta en física solar Steph Yardley explicó que la eyección de masa coronal asociada a esta llamarada también provocó un aumento de radiación a nivel del suelo, un fenómeno que ocurre cuando las partículas energéticas del Sol son tan intensas que pueden ser registradas por detectores de neutrones en la superficie terrestre.
Según la especialista, este tipo de eventos son muy poco frecuentes: solo se han registrado alrededor de 75 desde 1942, lo que convierte a este episodio en un hito relevante dentro del actual ciclo solar.
Riesgos para satélites, aviación y red eléctrica
Debido a su intensidad, una llamarada X5.1 como la registrada puede:
- Interrumpir comunicaciones de radio HF en rutas aéreas de gran altitud.
- Afectar el funcionamiento de satélites, alterando sistemas de navegación, meteorología y comunicaciones.
- Incrementar el riesgo sobre redes eléctricas en caso de tormentas geomagnéticas severas, obligando a los operadores a monitorear posibles fluctuaciones en el voltaje.
Aunque estos fenómenos no suelen representar un peligro directo para la población, sí son un reto importante para la infraestructura tecnológica moderna, cada vez más dependiente de sistemas satelitales y comunicaciones inalámbricas.


















