La última llamada entre los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Vladímir Putin y Donald Trump, realizada el pasado 3 de julio, ha sido descrita por el Kremlin como un intercambio “pragmático y directo”, pero también marcado por el mantenimiento de posiciones firmes respecto al conflicto en Ucrania.
Según declaraciones del portavoz Dmitri Peskov, Putin reafirmó que Rusia no abandonará sus principios en lo que considera la única vía legítima para resolver la guerra: la retirada de las tropas ucranianas de los territorios anexionados por Rusia y el reconocimiento internacional de estas regiones como parte de la Federación Rusa.
Retórica dura, diálogo abierto
Peskov aseguró que el Kremlin está acostumbrado al estilo “duro y directo” de Trump, pero valoró su disposición a seguir promoviendo una “solución pacífica” al conflicto. También comentó que la conversación fue “de negocios”, entre dos líderes que, aunque mantienen posturas inamovibles, están dispuestos a “escuchar y opinar sin rodeos”.
¿Un encuentro Putin-Trump-Xi?
Sobre una posible cumbre entre Putin, Trump y el presidente chino Xi Jinping, Peskov no descartó el encuentro, aunque indicó que aún no es el momento:
“Tal vez sea necesaria para sellar acuerdos importantes, pero este trabajo todavía está por realizarse”.
Rusia mantiene sus condiciones
El Kremlin ratificó que una resolución al conflicto implica que Ucrania:
- Reconozca como rusos a Crimea, Sebastopol, Donetsk, Lugansk, Zaporozhie y Jersón.
- Garantice su neutralidad militar.
- Acepte una desnazificación, desmilitarización y desnuclearización.
Para Moscú, esos son los elementos “claros y evidentes” que están en el centro de lo que denomina “las causas profundas” del conflicto actual.