Este domingo 29 de septiembre, Israel llevó a cabo más de 10 ataques aéreos en Yemen, impactando en el puerto de Al Hudayda y su central eléctrica, así como en depósitos de petróleo en el puerto de Ras Isa. Los medios han señalado que estos ataques representan un "duro golpe económico" para el grupo rebelde de los hutíes, que controla gran parte del oeste de Yemen.
Los bombardeos son una represalia por el lanzamiento de misiles balísticos desde Yemen hacia Israel en los últimos días. El pasado viernes, los hutíes afirmaron haber atacado con éxito un objetivo militar en Tel Aviv utilizando un misil balístico llamado Palestina 2. También informaron haber impactado una instalación vital en la zona de Escalón con un vehículo no tripulado modelo Yafa.
La escalada de tensiones entre Israel y los hutíes de Yemen marca un nuevo frente en el conflicto de la región, con ambas partes intensificando los ataques. Los hutíes, respaldados por Irán, han aumentado su actividad militar en el contexto de los conflictos regionales, lo que ha puesto a Israel en alerta máxima.
Estos ataques no solo buscan dañar la infraestructura económica de los hutíes, sino también enviar un mensaje sobre la capacidad de Israel para responder rápidamente a las amenazas que cruzan sus fronteras.