En respuesta a los devastadores incendios que afectan la selva amazónica, el Gobierno brasileño ha movilizado a 1.489 brigadistas en los últimos días para combatir las llamas. Estos incendios, que comenzaron semanas antes de lo habitual debido a una sequía extrema, han afectado gravemente la región norte del país.
Según un comunicado oficial, de los 173 incendios registrados en la Amazonía desde el 24 de julio, 98 ya han sido extinguidos o están bajo control. El Ministerio del Medio Ambiente y Cambio Climático explicó que el cambio climático ha acelerado y exacerbado la temporada de incendios en la región, un fenómeno que también se ha observado en otras áreas como el Pantanal.
Desde 2023, la Amazonía ha estado enfrentando una de las peores sequías de su historia, lo que ha intensificado los incendios forestales no solo en Brasil, sino también en países vecinos como Perú y Bolivia. El nivel de sequía en la cuenca amazónica es el peor de las últimas dos décadas, lo que llevó a la Agencia Nacional de Aguas a declarar una situación crítica de escasez hídrica en los ríos Madera y Purus en julio.
Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), solo en los primeros días de agosto se detectaron más de 14.000 incendios en la Amazonía, lo que subraya la gravedad de la situación y la urgencia de las acciones emprendidas por el Gobierno brasileño.