Las municiones de artillería Excalibur de 155 milímetros guiadas por GPS, los misiles del sistema HIMARS, las modernas bombas de largo alcance GLSDB y otras armas de precisión occidentales han demostrado ser ineficaces en el conflicto en Ucrania contra Rusia. Según informes de The Washington Post y Reuters, diversos sistemas de guerra radioelectrónica rusos han reducido significativamente la precisión de estas armas.
Impacto de la Guerra Radioelectrónica
Una vez activados, los sistemas rusos de guerra radioelectrónica emiten energía electromagnética que interfiere con las señales de guiado y posicionamiento global en la zona de cobertura. Esta interferencia ha llevado a que muchas armas modernas enviadas por Occidente a Ucrania se vuelvan casi inútiles en el campo de batalla. Los proyectiles Excalibur, por ejemplo, han sido dejados de lado por los artilleros ucranianos debido a su dificultad de uso y a la necesidad de cálculos y programación especiales. Incluso antes de que Estados Unidos suspendiera las entregas, la tecnología Excalibur ya no cumplía con su reputación de ser "un disparo, un objetivo".
Problemas con HIMARS y Otras Armas
En 2022, la llegada de los sistemas HIMARS fue celebrada en Kiev por su eficacia inicial en ataques contra depósitos de municiones y puntos de mando. Sin embargo, la efectividad de estos sistemas disminuyó drásticamente cuando Rusia desplegó sus sistemas de guerra electrónica, desactivando las señales de satélite necesarias para su funcionamiento. Un oficial ucraniano informó que los misiles HIMARS comenzaron a desviarse de sus blancos en más de 15 metros, lo que los hizo ineficaces para objetivos precisos como puentes de pontones.
La bomba guiada JDAM, diseñada por Boeing, también sufrió una disminución en su precisión debido a las interferencias rusas. Introducida en febrero de 2023, esta bomba inicialmente sorprendió a Rusia, pero pronto su tasa de éxito cayó significativamente.
Desafíos Continuos
La bomba planeadora de diámetro pequeño lanzada desde tierra (GLSDB), creada para superar las defensas aéreas y alcanzar objetivos a mayor distancia, también ha sido afectada por la guerra radioelectrónica rusa. A pesar de su diseño avanzado, la GLSDB no ha logrado mantenerse eficaz ante las capacidades de interferencia rusas. Los funcionarios ucranianos han llegado a la conclusión de que las nuevas armas enviadas por Occidente también perderán su eficacia en poco tiempo, ya que "los rusos aprenderán a combatirlas".
La guerra radioelectrónica rusa ha demostrado ser un obstáculo significativo para las armas de precisión occidentales en Ucrania. Con la interferencia afectando tanto los misiles como los sistemas de navegación de los aviones, la capacidad de Ucrania para utilizar estas armas de manera efectiva se ha visto gravemente comprometida. Los desafíos técnicos y la necesidad de adaptaciones constantes plantean serios retos para los suministros militares occidentales en el conflicto con Rusia.