El presidente colombiano, Gustavo Petro, ordenó una "ofensiva total" contra el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras la muerte de cuatro militares durante los combates con ese grupo armado y denuncias de profanación de cuerpos.
En una interacción en X, el mandatario pidió que se maximicen las acciones de las fuerzas militares en contra de la llamadas disidencias de 'Iván Mordisco' en el departamento del Cauca, una de las entidades donde Petro suspendió el cese al fuego, en marzo pasado, tras el ataque a una comunidad indígena donde fue asesinada una líder del pueblo nasa.
"La ofensiva contra el EMC en el Cauca debe ser total. Son asesinos del pueblo y traficantes. Si el presidente tiene que ir, el presidente irá".
En respuesta, ese bloque de las disidencias ripostó en sus redes que la "ofensiva total cierra las puertas del diálogo y la paz".
"Su verdadero rostro, no dista mucho del de gobiernos anteriores. 'Mal paga el diablo a quien bien le sirve', dice la interacción.
Petro endureció el tono con el EMC, con el que las conversaciones de paz están congeladas luego de que la delegación del Gobierno anunciara a mediados de abril que no conversaría más con 'Iván Mordisco', reconocido como jefe de ese bloque de las disidencias. En el grupo armado hay una división interna por el poder y los territorios que controlan.
¿Qué ocurrió?
En varias interacciones, el Ministerio de Defensa y las fuerzas militares colombianas denunciaron que "cabecillas" del EMC "habrían dado la orden de decapitar a militares" que fueran capturados por el Frente Carlos Patiño durante los intensos combates que se dieron la semana pasada en el municipio de Argelia, en el occidente del departamento.
El Ministerio de Defensa informó que recuperaron en una zona rural, por vía aérea, los cuerpos de cuatro militares asesinados y rescataron a dos soldados heridos.
Esta versión es cuestionada por el grupo armado que sostiene que fueron ellos los que entregaron los cadáveres a una misión humanitaria, ante el supuesto abandono por parte de sus superiores.
¿Quién está detrás?
Las autoridades militares responsabilizan de estas muertes a alias 'Dumar' o 'Chito', quien sería cabecilla de la Compañía Alberto Poño, perteneciente a la estructura Carlos Patiño.
"Este despiadado terrorista amedrenta a la población de esta región ordenando atentados y decapitaciones de integrantes de las fuerzas militares", dice una de las publicaciones digitales.
Las fuerzas militares colombianas responsabilizan a la mencionada compañía del EMC de haber profanado "de manera cobarde" los cuerpos de los soldados muertos "ultrajándolos e irrespetandolos, así como también a sus familias". Además, los señalan de amenazar y causar el desplazamiento de la población civil.
En la cuenta de X del EMC hay tres publicaciones donde se ofrece su versión de lo ocurrido. En una de ellas se difundieron las imágenes de los cadáveres de los soldados sobre el terreno y se aseveró que el Gobierno había negado que hubieran ocurrido bajas durante los combates.
Ante estas acusaciones, el Ministerio de Defensa dijo que "durante los fuertes combates, el comandante de la maniobra en el terreno decide proteger la integridad de heridos, capturados y la vida de los soldados de la unidad militar", por lo que los cuerpos de los militares fallecidos "fueron ocultados para facilitar un repliegue ofensivo".
Esta versión oficial es rechazada por ese bloque de las disidencias de las FARC, que califica lo expresado por las autoridades como "mentiras para ganar la guerra" y sostiene que las fuerzas militares "no recuperaron cuerpos" y que fue el grupo armado el que los entregó a una misión humanitaria ante el "abandono, descomposición y por respeto a sus familias".