Álvaro Prieto, el joven futbolista de 18 años, cuyo cuerpo se encontró el lunes entre dos vagones en la ciudad española de Sevilla, murió electrocutado. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, según recoge la prensa local, confirmó este extremo tras el adelanto de la autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal (IML) de la localidad.
La desaparición del joven, el pasado 12 de octubre, llamó la atención de los medios de comunicación desde un inicio por su perfil: un buen estudiante, deportista y con excelentes relaciones con su entorno.
Cuando sus restos mortales fueron hallados de manera accidental por un reportero de Televisión Española (TVE), mientras emitía un directo para un programa matinal, generó una ola de críticas en este país. La cadena pública pidió disculpas y abrió una investigación interna.
"Una situación desgraciada"
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, detalló este martes que no hubo participación de terceras personas y que todos los hechos ocurrieron "en solitario".
Fernández explicó que lo ocurrido se debe "a una situación desgraciada le lleva a una actitud que cuesta trabajo entender en este momento, de introducirse en una zona restringida al público y llegar a la zona de talleres, en donde se produce el fallecimiento".
El cuerpo de Álvaro se encontró entre dos vagones de un tren de media distancia, que estaba en las cocheras de la estación Santa Justa desde agosto para repararlo. Sin embargo, la mañana del lunes se movió de manera interna para propiciar un espacio para albergar otro tren.
"Por la situación en el que se hallaba el cadáver era imposible de ver desde el exterior y a partir de ese movimiento es cuando sí se hace visible", detalló Fernández.
Durante 96 horas se llevaron a cabo labores de rastreo por parte de la Policía Nacional, a las que se sumó la Unidad Militar de Emergencias el domingo, con una unidad canina especializada en la búsqueda de personas.
"Electrocutado al tocar la catenaria"
Fernández también confirmó que imágenes de cámaras de seguridad de una gasolinera mostraron al joven caminando por encima del vagón, aunque se desconoce la intención por la que decidió subirse. Las primeras investigaciones apuntan a que se electrocutó al tocar la catenaria. Presentaba quemaduras en sus manos.
"Todos los indicios apuntan a que ese ha sido el motivo. No olvidemos que estamos en un entorno en el que hay una catenaria que porta una intensidad muy grande de corriente", señaló Fernández, quien añadió que la situación en la que se encontró el cuerpo solo tiene sentido porque se cayó de la parte de arriba del tren.
Prieto, jugador de los juveniles del Córdoba Club de Fútbol, viajó el miércoles a Sevilla, a unos 130 kilómetros de su ciudad natal, para pasar una noche de fiesta con algunos amigos.
Ya por la mañana del jueves debía tomar un tren a las 7:20 horas para regresar a su domicilio. Por el camino hasta la estación escribió a su familia el mensaje: "Voy para la parada". No obstante, inmediatamente después se quedó sin batería en el móvil. Perdió el vagón que debía tomar.
"Se le ofreció la posibilidad de cargar el móvil, pero no quiso aceptar esa ayuda. No sabemos la razón, ni el motivo", relató el delegado del Gobierno.
El joven intentó entrar a otro vagón sin billete, porque no tenía efectivo y no podía pagar con medios electrónicos porque su celular estaba apagado. Fue abordado por el personal de Renfe, que le pidió bajar del convoy. Eran ya las 9:00 de la mañana y en una imágenes de una cámara de seguridad se le ve abandonando la estación.