Madrid "no comparte" y está "en contra" de la reciente decisión de EE.UU. de entregar municiones de racimo a Ucrania, según declaró este sábado la ministra de Defensa del país europeo, Margarita Robles, quien reiteró que se trata de una iniciativa unilateral, en la que no participa la OTAN.
"España, desde el compromiso firme que tiene con Ucrania, tiene también un compromiso firme en que determinadas armas y bombas no se pueden entregar en ningún caso", señaló, subrayando que si bien el país eslavo está ejerciendo "el derecho a la legítima defensa", la misma no se debe realizar con armas de este tipo.
Una serie de países como Canadá, Alemania y Austria expresaron su rechazo al envío de esos proyectiles a Kiev considerando el peligro que suponen para la población civil. Las tres naciones son parte de los 123 Estados que adoptaron en 2008 una convención que prohíbe el uso de las bombas de racimo.
El presidente estadounidense Joe Biden afirmó que la decisión sobre la entrega a Kiev de bombas de racimo fue "muy difícil" pero necesaria porque las fuerzas ucranianas están "agotando sus municiones". Dijo que no se trata de una iniciativa permanente, sino que se aplicará hasta que Washington "logre producir más proyectiles de 155 mm para los ucranianos".
Desde Rusia declararon que la decisión de EE.UU. es un "gesto de desesperación" que aproxima al mundo a una nueva guerra mundial. El embajador ruso en el país norteamericano, Anatoli Antónov, condenó la "inhumanidad", "la brutalidad y el cinismo" de Washington, responsabilizándolo por las futuras víctimas civiles a causa de las bombas de este tipo que no exploten.