Varios países latinoamericanos de Gobierno de izquierda han tenido tensión contra Perú desde que Dina Boluarte sucedió a Pedro Castillo en la Presidencia.
Su joven gobierno ha tenido roces diplomáticos con México, Colombia, Chile y Honduras, después de que los presidentes de estos países cuestionaran el encarcelamiento del expresidente Pedro Castillo o la actuación de las fuerzas de seguridad peruanas ante las protestas de las últimas semanas.
Pero hay un país que destaca en la lista de los que se han enfrentado al nuevo poder en Lima: la vecina Bolivia. Los ejecutivos de ambos países intercambian reproches y acusaciones a cuenta de la crisis política en Perú.
En diciembre, el Gobierno boliviano suscribió un comunicado conjunto con México, Argentina y Colombia en el que expresó "su profunda preocupación" por los sucesos que desembocaron en la salida del poder de Castillo, al que creen víctima de "un hostigamiento antidemocrático".
El pasado fin de semana, el presidente de Bolivia, Luis Arce, dijo en un acto con simpatizantes: "Tenemos al pueblo peruano en una lucha por recuperar su democracia y también por recuperar el derecho a elegir un gobierno que los represente".