El Gobierno de República Dominicana fijó su posición este viernes frente a los disturbios originados en Haití con el ataque a la residencia del primer ministro Ariel Henry y el asesinato de seis policías de la nación.
De acuerdo con un comunicado publicado por el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, el país sigue "con profunda preocupación" ante los actos de violencia ocurridos en el vecino país.
Además del ataque al primer ministro, y el asesinato de los policías, República Dominicana condena los disturbios ocurridos en el aeropuerto de Puerto Príncipe.
En el comunicado, el Gobierno asegura que continuará tomando las medidas necesarias para mantener la seguridad y la paz en la frontera y el territorio dominicano.
Ataque a la residencia del primer ministro
Decenas de policías armados atacaron este jueves la residencia privada del primer ministro de Haití, Ariel Henry, en el marco de un movimiento de protesta por la indiferencia de las autoridades frente a la muerte de más de una decena de agentes a manos de grupos armados este mes.
Durante el ataque a la residencia de Henry, ubicada en el sector Delmas 60, en Puerto Príncipe, se registraron daños materiales y se oyeron fuertes disparos, mientras que varios vehículos resultaron con los cristales rotos, según informaron medios locales.
El primer ministro tiene previsto regresar este jueves de Argentina, donde participó el martes en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Seis policías asesinados
Seis policías fueron asesinados el miércoles por bandas armadas en Haití, con lo que se elevan a 10 los agentes muertos en menos de dos semanas a manos de estos grupos, que se han hecho fuertes en el país.
Los seis agentes perdieron la vida en Liancourt, en el departamento de Artibonite, en ataques de las bandas armadas que controlan la zona y que han expulsado a cientos de personas de sus hogares.
En los videos publicados por las bandas en internet, se puede ver a los seis policías desnudos con armas sobre sus estómagos, mientras se oyen las voces de los miembros de estas pandillas alardeando de sus actos.