Partidos políticos haitianos protestaron la jornada del jueves contra la propuesta de consenso institucional promovida por el Gobierno por considerar que pretenden perpetuar al primer ministro, Ariel Henry, en el poder del país desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2021.
El líder del Partido Movimiento por la Independencia Política y Cultural, Vilaire Cluny Duroseau, consideró el consenso como un tercer intento “macabro” fraguado por el Core Group.
Esa entidad, nacida durante la Misión de Naciones Unidas para la Estabilidad, está integrada por embajadores de la ONU, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Duroseau, quien fuera también candidato a las elecciones, rechazó de manera particular el pedido de intervención militar y el proyecto de sufragios que consideró como una farsa.
El político aseguró que no apoyará ninguna iniciativa para fortalecer el poder de Henry y alentó al pueblo a salir a las calles para defender su país.
Al igual que Duroseau otros líderes se pronunciaron en contra del acuerdo pactado por el Gobierno con organizaciones políticas, sociales y miembros de la sociedad civil.
El responsable del partido político Unión Nacional por la Integridad y la Reconciliación, Clarens Renois, tomó distancia del documento gubernamental y señaló que el acuerdo no cumple con lo esencial para estabilizar el país, que a su juicio es el consenso de todos.
Por su parte, el exsenador y coordinador del partido Pitit Dessalines, Moïse Jean Charles, estimó que la propuesta es una farsa cuyo propósito es desorientar a la comunidad internacional sobre los pasos necesarios para solucionar la crisis de Haití.
En la misma línea, el partido Organización del Pueblo en Lucha calificó el acuerdo de estratagema con el objetivo de permitir al jefe de Gobierno “perpetuarse ilegalmente en el poder”, aseguró su portavoz Danio Siriack.
No obstante, Henry logró sumar nuevos seguidores al consenso, incluso algunos firmantes del Acuerdo Montana, una iniciativa de la sociedad civil que se opone al Gobierno.
Según la propuesta del primer ministro, 2023 será un año de elecciones y de reforma constitucional, además de un periodo para frenar la inseguridad con ayuda de la comunidad internacional, una decisión que también le valió muchas críticas.