Internacionales.- Este 5 de diciembre entró en vigor el acuerdo sobre el límite de precio al barril de petróleo ruso en 60 dólares, una medida impuesta por las economías del G7, así como por la Unión Europea (UE) y Australia para tratar de castigar a Rusia por su operación militar en Ucrania. ¿Cómo podría afectar esta decisión a los países latinoamericanos?
Imponer un tope a los energéticos rusos presionaría aún más la producción de los países petroleros de América Latina, como Venezuela y México. Además, en el caso de esta última nación, su inflación podría verse todavía más elevada en los próximos meses.
De acuerdo con José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el país gobernado por Andrés Manuel López Obrador sería uno de los perdedores por esta decisión de los líderes occidentales. ¿Por qué? Porque México es un exportador neto de gasolina y gas proveniente de Estados Unidos.
El viceprimer ministro ruso, Alexander Nóvak, especificó que, si el tope de la UE entraba en vigor, Rusia reorientaría su suministro de crudo hacia otros "socios orientados al mercado" o reduciría la producción. Sin embargo, a pesar de esta advertencia y plenamente consciente de los posibles estragos en los mercados energéticos en caso de que Moscú frenara la extracción de petróleo, Occidente siguió adelante con su plan.