El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, Valeri Guerásimov, afirmó que la tríada nuclear constituye la base de la seguridad nacional rusa, en un contexto marcado por tensiones geopolíticas y el fortalecimiento de las capacidades militares estratégicas del país.
Durante una rueda de prensa ante agregados militares de distintos países, Guerásimov explicó que, paralelamente al desarrollo de la operación militar especial, las Fuerzas Armadas han ejecutado acciones destinadas a incrementar el potencial de combate, mejorar la preparación del personal y modernizar los sistemas de mando, así como a incorporar armamento y equipos militares de última generación.
“La base de la seguridad del país la constituye la tríada nuclear”, subrayó el alto mando militar, al destacar que los nuevos sistemas que ingresan en servicio poseen mayores niveles de fiabilidad, alcance y precisión, además de capacidades avanzadas para superar los sistemas de defensa antimisiles, tanto actuales como futuros.
Avances en los tres componentes estratégicos
Guerásimov detalló que, en el componente terrestre de las Fuerzas Nucleares Estratégicas, continúa la reestructuración planificada de la agrupación estacionaria mediante la incorporación del sistema de misiles balísticos intercontinentales Yars, considerado la columna vertebral de la disuasión nuclear terrestre rusa.
En el ámbito naval, informó que el nuevo submarino de propulsión nuclear del proyecto Boréi-A, Kniaz Pozharski, fue incorporado este año a las fuerzas nucleares estratégicas de la Armada, reforzando la capacidad de disuasión desde el mar.
Respecto al componente aéreo, señaló que continúan las entregas de bombarderos estratégicos Tu-160M modernizados, mientras que los modelos Tu-160 y Tu-95MS en servicio están siendo actualizados con motores más potentes, nueva aviónica y una gama ampliada de armamento aéreo.
Alto nivel de modernización
El jefe del Estado Mayor concluyó que, a la fecha, el 92 % del armamento de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia corresponde a sistemas modernos, lo que refuerza la capacidad disuasiva del país y su posición estratégica en el escenario internacional.
La tríada nuclear rusa se sustenta en misiles balísticos intercontinentales terrestres, misiles lanzados desde submarinos y la aviación estratégica, configurando un sistema integral de disuasión que permite proyectar poder y responder a amenazas de alta intensidad.















