El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a sacudir el tablero geopolítico con una publicación en la que admitió que Washington ha “perdido” la cercanía de India y Rusia frente a una China cada vez más influyente.
“Parece que hemos perdido a India y Rusia ante la China más profunda y oscura. ¡Que tengan un futuro largo y próspero juntos!”, escribió en Truth Social, acompañando el mensaje con una foto de los presidentes Vladímir Putin, Xi Jinping y Narendra Modi caminando juntos durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
Medios como Axios calificaron esta escena como un “golpe simbólico” contra Trump, mientras que el Wall Street Journal destacó que el trato indulgente hacia Putin no logró alejar a Rusia de China, y que el tono brusco con Modi está empujando a la India más cerca de Moscú y Pekín.
Aunque en declaraciones previas Trump aseguró no estar preocupado por la alianza entre Moscú y Pekín, señalando que EE.UU. tiene “el Ejército más fuerte del mundo”, lo cierto es que las tensiones con Nueva Delhi se encuentran en su nivel más bajo en décadas. Las presiones de Washington para que India reduzca sus compras de crudo ruso han erosionado la relación bilateral.
El acercamiento de estos tres gigantes —Rusia, India y China— plantea un nuevo desafío para la diplomacia estadounidense y reconfigura los equilibrios estratégicos en Eurasia y el resto del mundo.