El Kremlin y la Casa Blanca confirmaron que los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirán el próximo 15 de agosto en Alaska, en un encuentro que buscará encaminar una solución pacífica al conflicto en Ucrania. Será la primera vez que ambos líderes se vean desde 2019 y la primera visita de un presidente ruso a Alaska en la historia.
El asesor presidencial ruso Yuri Ushakov explicó que la elección de Alaska responde a su condición de frontera natural entre ambos países, separados por el estrecho de Bering, así como a la convergencia de intereses económicos en el Ártico.
“Parece totalmente lógico que nuestra delegación cruce el estrecho de Bering. Además, en Alaska y el Ártico se cruzan los intereses económicos de Rusia y Estados Unidos”, señaló Ushakov.
Significado histórico de Alaska
La ubicación tiene un fuerte simbolismo: Alaska perteneció a Rusia hasta 1867, cuando fue vendida por el emperador Alejandro II a Estados Unidos. El estrecho de Bering, de apenas 86 km de ancho, une las islas Ratmanov (Rusia) y Kruzenshtern (EE.UU.), separadas por menos de 4 km.
Temas de la agenda
Según el Kremlin, el tema central será la resolución a largo plazo del conflicto ucraniano, aunque no se prevé la participación del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski. Ni Moscú ni Washington han mencionado contactos con Kiev antes de la cumbre.
El encuentro también podría servir para reforzar el diálogo económico y de seguridad, en un momento en que Moscú denuncia intentos de terceros países de “sabotear” las relaciones bilaterales.
Preparativos y próximas reuniones
La cumbre fue acordada durante la visita a Moscú del enviado especial estadounidense Steve Witkoff, quien se reunió con Putin esta semana. El Kremlin ya adelantó que espera un segundo encuentro en territorio ruso, para el cual la invitación a Trump ya fue cursada.
Expectativa internacional
La reunión genera preocupación en Ucrania y en varios países europeos, que este fin de semana celebrarán una reunión en el Reino Unido para coordinar posturas antes del cara a cara entre los mandatarios.
Será además el primer viaje de Putin a EE.UU. en casi una década, desde su participación en la Asamblea General de la ONU en 2015.