La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, publicó este miércoles un video en el que denuncia "nuevas y muy graves" irregularidades de la jueza que investiga el intento de magnicidio que sufrió.
Días después de la recusación que presentaron sus abogados, la exmandataria planteó que es "insostenible la continuidad de la jueza [María Eugenia] Capuchetti al frente de la investigación".
El material que compartió Fernández revela detalles de las "irregularidades" que la impulsaron a pedir que la magistrada se aparte del caso. La voz en 'off ' de la periodista Julia Mengolini desgrana los puntos oscuros de las pesquisas judiciales.
"La investigación comenzó muy mal. A las pocas horas del atentado —cometido el 1 de septiembre— y bajo la custodia de Capuchetti, se destruyó y borró el contenido del celular de [Fernando] Sabag Montiel, el asesino que gatilló el arma a 15 centímetros de la cara de Cristina", relata Mengolini en el video.
La pista mediática, judicial y política
También sostiene que la hermana de Capuchetti "trabajó en el área de escuchas de la Dirección de Contrainteligencia durante el mismo período en que se desarrolló el espionaje ilegal" por el que se acusa al expresidente Mauricio Macri.
La denuncia también menciona que la jueza, "luego de una reunión entre jueces y camaristas", habría recibido "indicaciones respecto de cómo debía tratar mediáticamente el caso y las posibles líneas de investigación".
"Después de ese encuentro, sus colegas le gestionaron una reunión con el editor general del diario Clarín, Ricardo Roa, a la cual la jueza concurrió acompañada", se afirma en el video.
Por otro lado, acusa a Capuchetti de haber rechazado los pedidos de allanamiento y secuestro del celular de Hernán Carrol, miembro de un grupo de extrema derecha que señaló a Sabag Montiel, de puño y letra, como "la persona que se haría cargo de su situación y de designar sus abogados".
Según el material presentado por la expresidenta, Carrol habría viajado al exterior con el jefe de gabinete de la Dirección de Inteligencia (de la gestión de Macri), a cargo del entonces secretario de Seguridad, Gerardo Milman", a quien Cristina Fernández de Kirchner denunció como posible instigador político del intento de magnicidio.
"El 31 de agosto, un día antes del atentado, presentó un pedido de informes para conocer el funcionamiento de la custodia de la vicepresidenta y su familia, la cantidad de agentes y vehículos asignados en cada uno de sus domicilios".
"¿Para qué quería Milman tener acceso a esa información tan sensible sobre la seguridad de Cristina?", cuestionó, y se contestó: "Aún no lo sabemos porque Capuchetti nunca lo investigó".