Más allá de su éxito en Hollywood, Zoe Saldaña ha mantenido en sus 46 años de vida un robusto vínculo con sus raíces dominicanas, lo que quedó sellado la noche del martes al recibir el Gran Soberano de Premios Soberano, un galardón que la certifica como un orgullo dominicano.
Al recibir la estatuilla lo reconfirmó emocionada: “Aunque la vida me ha llevado lejos físicamente, nunca me he sentido lejos de aquí, mi corazón es y siempre será dominicano. Llevo este pueblo conmigo en cada paso, en cada logro y en cada creación que nace de mí”.
Antes, al llegar al Teatro Nacional Eduardo Brito, había expresado a los periodistas que “fui criada de una manera que representa la cultura dominicana, soy puramente dominicana”.
Abrazando las tradiciones y valores inculcados en su hogar, Zoe tiene plasmadas sus huellas en la patria familiar desde su infancia en este país.
Aunque Zoe Yadira Saldaña Nazario nació en Nueva Jersey (Estados Unidos) el 19 de junio de 1978, su abuela, su padre dominicano y otros familiares le acentuaron sus raíces quisqueyanas.
También hay tristeza y nostalgia en ese vínculo. Su infancia estuvo marcada por la pérdida de su padre, Aridio Saldaña, en un accidente automovilístico cuando ella tenía nueve años.
Este trágico evento tuvo un profundo impacto en su vida y en la de su familia. “Todo lo que debería haber sido colorido y brillante se volvió gris. Aprendí sobre la fragilidad de la vida desde muy temprana edad”, confesó la actriz a Vanity Fair.
Su dedicatoria y agradecimiento en Premios Soberano incluyó uno muy especial: su padre: “Este premio se lo dedico con todo mi amor a mi papá Aridio Saldaña, te fuiste demasiado pronto y daría todo por tenerte aquí esta noche, porque vivieras este momento conmigo, para que vieras en lo que nos hemos convertido. Sé que desde el cielo sonríes al ver a Marielis y Cisely transformarse en mujeres maravillosas y te sentimos cerca siempre”.
Tras la muerte de su padre, Zoe y sus dos hermanas, Cisely y Mariel, se mudaron a República Dominicana, mientras su madre, Asalia Nazario, trabajaba arduamente en Estados Unidos para mantenerlas. Esta experiencia fortaleció el vínculo entre las hermanas y les enseñó la importancia de la familia.
Desde pequeña, Zoe mostró una gran energía y pasión por las artes. Su padrastro, Dagoberto Galán, recuerda que era una niña muy activa y dinámica, y que siempre tuvo inclinaciones artísticas.
Estudió ballet en la escuela dominicana Ritmo-Espacio de Danza, practicó voleibol y atletismo, y siempre destacó por su disciplina y dedicación.
Aunque inicialmente soñaba con ser gimnasta o veterinaria, Zoe encontró su verdadera vocación en la actuación.
Su talento natural y su capacidad para desdoblarse le abrieron las puertas de la industria cinematográfica, donde logró descollar.
Su nombre figura en las películas más taquilleras de todos los tiempos en Hollywood, entre ellas “Avatar” (2009), “Vengadores: Endgame” (2019) y “Avatar: el sentido del agua” (2022), a lo que se suman los premios ganados este año 2025 por su rol en “Emilia Pérez”, que dirigió Jacques Audiard.
A pesar de su éxito en Hollywood, Zoe mantiene un fuerte vínculo con República Dominicana. La cultura del ‘patio’ influyó profundamente en su formación y personalidad, y conserva tradiciones como la cena de Nochebuena, la Navidad y la Semana Santa.
Su padrastro destaca sus valores familiares arraigados en su crianza dominicana: “honestidad, integridad y lealtad, con Dios y la familia como prioridades”, describió Galán.
Zoe visita el país con frecuencia y mantiene un contacto constante con su familia en esta media isla.
Otra “tradición” que mantiene Saldaña es consumir mamajuana como una de sus bebidas alcohólicas favoritas.
“Cuando tenemos el privilegio de poder beber mamajuana es poder celebrar algo que es tan auténticamente dominicano, que es tan oriundo de nuestras raíces indígenas”, comentó la actriz en el medio Mitú.
Además de sus vivencias en territorio dominicano, se anota su participación en el cine local, aunque de forma tímida.
En 2005, tras iniciarse en la industria cinematográfica norteamericana, Zoe participó en la película dominicana “La Maldición del Padre Cardona”,dirigida por Félix Germán.
En declaraciones a Listín Diario, Germán recuerda que durante el rodaje en Constanza, municipio de la provincia La Vega, se creó un ambiente familiar entre el elenco y que Zoe se integró perfectamente.
“Es una mujer realista, de causas nobles, justa y con una gran conciencia social. Tiene una gran pasión y amor por lo dominicano, y unos valores familiares arraigados”, afirmó hace unos días Germán a Listín Diario.
En el marco del 20 aniversario de “La Maldición del Padre Cardona”, la película será proyectada en el Festival de Cine Dominicano de Caribbean Cinemas en Fine Arts, del 3 al 9 de abril 2025.
Al director del filme “La maldición del padre Cardona” le gustaría que la actriz rinda homenaje al proyecto y a sus compañeros de escena, sobre todo a los actores que ya no están presentes, como Freddy Beras Goico, Niní Germán y Flor de Bethania Abreu.
Aunque apenas actuó en esa película de Germán, Zoe está atento a lo que sucede en la industria dominicana del cine. En octubre del año pasado (2024), cuando fue anunciada la propuesta de reforma fiscal por parte del gobierno de Luis Abinader, ante la posibilidad de que se ‘eliminaran’ los incentivos al cine local, Zoe alzó su voz.
“Me gustaría que el gobierno lo revisite, eso pararía la evolución del cine dominicano”, compartió la actriz entonces.
En otras ocasiones, la joven dominicana ha expresado su deseo de que las producciones cinematográficas dominicanas destaquen a nivel mundial.
En una entrevista en el canal de YouTube de Nuria Piera, una periodista del periódico El Día le pregunto a la joven si algún día ella impartiría algún taller o charla sobre la actuación en República Dominicana, a lo que la actriz respondió: “Me encantaría, siempre lo he conversado y sé que ahora que me estoy poniendo viejita sé que podré tener más tiempo”.
En la misma entrevista, Saldaña expresó su deseo de pasar más tiempo en el país, además, quiere a futuro poder compartí su experiencia como artista a nuevas generaciones de profesionales del arte, especialmente a los que están en la República Dominicana.
El Gran Soberano proclamó “que viva el arte, la familia y que nuevamente viva la República Dominicana”.
La familia siempre ha sido su prioridad, siempre saca tiempo comunicarse con quienes tiene lejos y para compartir con aquellos que tiene cerca, como sus hermanas, sus hijos y su esposo, el artista italiano Marco Perego.
En la gala del Soberano Zoe también tuvo dedicatorias especiales para su familia, comenzando con sus hermanos.
“A mis hermanos, ustedes han sido mi fuerza discreta, mi compañía constante, aun con la distancia de por medio gracias por su amor incondicional. Este premio les pertenece a ustedes”.
Y en la lista de agradecimientos siguió su su amado esposo Marco, definido como el amor de mi vida: “Gracias por caminar a mi lado y por ser mi gran equilibrio. Mi apoyo y mi paz”. En ese momento miraba fijamente a su esposo, quien le sostuvo la mirada llorando.
El cariño entonces se extendió a su prole. “Y a mis hijos, ustedes son el regalo más grande que me ha dado la vida. Todo lo que soy y todo lo que hago está inspirado en ustedes. Me impulsan a seguir soñando, creciendo, a ser mejor cada día. Gracias por darle sentido profundo a mi existencia”.
A ellos también los ha acercado a República Dominicana. Una de las visitas más recordadas fue en febrero de 2022.
Aprovechando un breve descanso en la filmación de “Guardianes de la Galaxia”, hizo una visita a República Dominicana junto a su familia.
Durante la estadía, conectó sus hijos con sus raíces dominicanas y visitó al presidente dominicano, Luis Abinader.
La actriz estuvo acompañada de su esposo Marco Perego, sus hijos Cy, Bowie y Zen, sus padres Dagoberto Galán y Asalia Nazario y sus suegros Ezio Perego y Fiorenza Andreoli.
“Quería que mis hijos conectaran con sus raíces, estoy contenta de cómo se han sentido con sus tíos, primos y el país en sentido general”, dijo la actriz en 2022.
Durante el viaje Zoe visitó las tumbas de su padre Aridio Saldaña, su abuela Argentina, su sobrina María de Lourdes y otros familiares fallecidos y compartió con su familia establecida en su país de origen, que no visitaba desde el inicio de la pandemia, en 2020.
Sobre su visita al presidente Abinader dijo: “Ser recibida junto a mi familia por el señor presidente Luis Abinader resultó una gran experiencia para mí y sobre todo para mis hijos; Esa visita da un mayor ribete al objetivo de mi visita al país, que fue con el objetivo de que ellos conocieran más sobre sus raíces dominicanas”.
