A pesar de que los depósitos europeos de gas están llenos en un 95 %, el escenario que se contempla ante el cese completo de suministros de gas ruso, la recuperación de la demanda de gas en China y el invierno duro agravaría la crisis energética en la UE, se subraya en el informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) publicado este jueves.
Según el organismo, el hecho de que la UE fuera capaz de llenar sus depósitos obedece a varios factores. En primer lugar, pese a la reducción de las importaciones de gas ruso, los niveles de sus suministros en el 2022 estuvieron cerca de ser "normales". En segundo lugar, el hecho de que el consumo de gas licuado fuera más bajo en China aumentó su accesibilidad para Europa. En tercer lugar, proveedores de gas como Noruega y Azerbaiyán reemplazaron la parte de los suministros energéticos a la UE.
No obstante, esos factores, junto con el clima suave en octubre que también contribuyó en el descenso del consumo de gas, podría ser que no fueran favorables en la UE los dos próximos años. La AIE pronostica que Rusia puede disminuir los suministros de gas a la UE o cesarlos completamente, mientras que la demanda de gas licuado en China se restablecerá debido a la recuperación económica. Además, Noruega y Azerbaiyán no podrán aumentar los volúmenes porque ya en el 2022 sus vendas de gas están "cerca de su capacidad nominal".
"Si observamos las últimas tendencias y la evolución probable de los mercados de gas europeo y global, veremos que Europa está a punto de enfrentarse a un reto aún más duro: el invierno que viene. Por ello, los gobiernos necesitan adoptar medidas inmediatas para acelerar las mejoras de eficiencia energética", constató Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.
La semana pasada, la AIE presentó un informe en que vaticinó que es posible que las exportaciones rusas de energía nunca vuelvan al mercado energético debido a las sanciones occidentales impuestas en respuesta a la operación militar de Rusia en Ucrania.