La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y el Gobierno de Brasil han encendido las alarmas ante la creciente circulación de un nuevo superopioide en el país. Se trata de los nitazenos, una clase de opioides sintéticos hasta 50 veces más potentes que el fentanilo y 500 veces más fuerte que la heroína, con un alto potencial de abuso y riesgo de sobredosis.
Según el estudio 'Nitazenos: Caracterización y presencia en Brasil', publicado recientemente por la ONUDD en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, el país ha registrado un aumento significativo en las incautaciones de esta sustancia.
Incautaciones en ascenso
Entre julio de 2022 y abril de 2023, la Policía Civil de São Paulo analizó 140 muestras de drogas incautadas, encontrando nitazenos en el 95 % de ellas. La primera confiscación de esta sustancia en Brasil se produjo a finales de 2023 en el aeropuerto de Viracopos, en Campinas.
La forma más común de nitazeno hallada en el país es el metonitazeno, que aparece en material vegetal seco y fragmentado, lo que sugiere que su principal vía de consumo es la inhalación. Hasta ahora, las fuerzas de seguridad han detectado su presencia en tres estados: São Paulo, Minas Gerais y Santa Catarina.
La incautación más reciente se produjo en diciembre de 2024 en Mogi das Cruzes, São Paulo, donde se confiscaron 280 gramos de polvo y 41,3 kilos de hierbas que contenían nitazenos.
Un problema global
El informe también destaca que los nitazenos han sido detectados en varios países desde 2019, con grandes incautaciones en Alemania, Canadá, EE.UU., Estonia, Letonia, Reino Unido y Suecia. Originalmente, estos opioides fueron sintetizados en la década de 1950 con fines analgésicos, pero nunca se comercializaron debido a su elevado riesgo de dependencia.
La representante de la ONUDD en Brasil, Elena Abbati, subrayó que la proliferación de nitazenos refleja la sofisticación de las redes de producción y tráfico de drogas. "Su presencia en países con estructuras de monitoreo avanzadas indica que los traficantes se adaptan rápidamente a las medidas de control", señaló.
Preocupación en Brasil
Marta Machado, titular de la Secretaría Nacional de Políticas sobre Drogas y Gestión de Activos (SENAD) de Brasil, afirmó que, aunque el país no enfrenta una crisis de opioides similar a la de EE.UU., el potencial de los nitazenos para causar estragos en la salud pública es motivo de preocupación.
El informe recomienda acciones coordinadas entre agencias gubernamentales, organizaciones internacionales y la sociedad civil para mejorar la vigilancia, fortalecer las redes de detección y mitigar los riesgos asociados a esta peligrosa sustancia.